• Cámara al Hombro: La convivencia de nacionalidades y religiones en la ceremonia de Arbaín
lunes, 4 de noviembre de 2019 5:54

Si bien la ceremonia de Arbaín es un ejercicio espiritual chií, los suníes, incluso cristianos, yazidíes, zoroastrianos y sabios participan tanto en la peregrinación como en el servicio a los devotos. Esto es notable dada la naturaleza exclusiva de los rituales religiosos, y solo podría significar una cosa: las personas independientemente de su color o credo ven al Imam Husein (P) como un símbolo universal de libertad y compasión.

Agobiados por la rutina, por el ruido que nos rodea todos los días y la lluvia de publicidades, llega un momento en el que uno se dice, hay que parar, hay que parar y escuchar a las personas, andar y vivir un poco de la espiritualidad. Para los peregrinos que vienen a Irak, Arbaín es un reflejo de la unidad, la paz, el amor y relaciones humanas.

Las cifras hablan de unos 20 millones de peregrinos, de los que unos cuatro millones provienen de otros países. Más de dos millones llegan de Irán, medio millón de Paquistán y el resto de países como La India, la República de Azerbaiyán, Turquía, El Líbano, Indonesia, Marruecos, entre otros.

Arbaín no es un evento o movimiento chií sino que es una congregación que puede reunir a todos los que buscan justicia en el mundo. Según los peregrinos, si las personas conocen el Islam a través del prisma de Arbaín y del Imam Husein (la paz sea con él), no se inclinarán hacia un sentido tergiversado del Islam promovido por los grupos terroristas y takfiries.

El hecho de que millones de personas, independientemente de la nacionalidad e incluso religión que practican, se reúnan y convivan en un mismo lugar en paz y armonía llama mucho la atención, especialmente en momentos en que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) alerta que el racismo, la discriminación racial y la xenofobia registraron un “aumento muy preocupante” en 2018.

A pesar de la buena acogida y diferentes servicios disponibles para los peregrinos, no es nada fácil andar durante tantos días sofocados por un intenso calor, fue la pregunta que hicimos  a los peregrinos, y ellos dijeron que el fruto de la paciencia es dulce, pues llegar al santuario es como una gota de agua que se une al mar y crea poderosas olas, puede romper las desigualdades, discriminaciones e intentos capitalistas para separar a los pueblos.

Irak es un país devastado por guerras a lo largo de casi 50 años, pero a pesar de esto, es increíble la forma en que este pueblo abre sus corazones y hogares, y sirve a los peregrinos con humildad y compasión. Este paseo sin clases ni discriminación es un modelo perfecto de cómo debería ser una sociedad saludable .

Para estos peregrinos Arbaín representa una sociedad solitaria el igualitaria constituyendo en sí un milagro en esta época y era donde el sistema capitalista ha destruido prácticamente todo el sentido de humanidad en los seres humanos, por lo que es necesario propagar estos valores humanos en otras sociedades.

La caminata termina en el santuario del Hazrat Abolfazl Abás (P), el hermano y el abanderado del Imam Husein (P) quien es el símbolo de la lealtad en la historia de Karbala. Esta caminata es un viaje en el sendero de las mejores virtudes de la humanidad, es decir la amabilidad, empatía, el respeto, la libertad y sobre todo el amor.

Samaneh Kachui, Karbala.

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