Cámara al Hombro: Miles de personas no tienen acceso al agua potable en Panamá
Miles de panameños sufren porque no tienen acceso al agua potable, lo que se convierte en uno de los principales problemas sociales que afecta al país.
En Panamá se ha creado un imaginario particular en relación al agua, el país bañado por casi 10 meses lluviosos, dos océanos y 52 cuencas hidrográficas, no consigue que sus autoridades logren una distribución igualitaria de este recurso para el consumo de la población.
A pesar de que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha declarado que el acceso al agua es un derecho humano, por lo menos 250 000 panameños no tienen acceso al agua potable y el resto de la población mantiene una de las tasas de consumo diario más elevadas de la región, que según investigadores locales, llega a los 400 litros diarios por persona.
Hace pocos meses, el director del Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (IDAAN) calificó de “marginales” a los panameños de sectores populares, a quienes además culpó de los problemas de escasez que atraviesa el país en relación al preciado líquido, situación que provocó molestia en la sociedad y revitalizó la discusión sobre el real manejo que tiene el agua en Panamá.
En meses recientes, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó un préstamo al IDAAN por unos 250 millones de dólares, enfocados en mejorar la gestión y optimizar el sistema de producción y la distribución en los próximos seis años.
Sin embargo, la población desconfía de una mejora tangible y al igual que sectores internos de la institución, presume sobre la posibilidad de que el IDAAN sea presa de intereses económicos que pretenden su privatización.
El programa auspiciado por el BID intenta que por lo menos 400 000 hogares puedan acceder a este vital recurso, además de disminuir el porcentaje de agua no contabilizada en las redes de distribución del área metropolitana del 50 % al 30 %.
Mientras tanto el pueblo panameño espera que ante sus ojos no se esté llevando a cabo otro negociado entre las autoridades y los empresarios.
John Alonso, Ciudad de Panamá.
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