domingo, 10 de junio de 2018 5:52

En México, además de todas las vejaciones e insultos que los indigentes tienen que soportar, ahora, el crimen organizado los obligan a colaborar con ellos.

En México no hay un censo a nivel país de cuántas personas se encuentran viviendo en la calle, de hecho, es un gran pendiente que tiene el INEGI como instancia encargada de generar datos y estadísticas. Solo existe un censo de la Ciudad de México, 'el Censo de Poblaciones Callejeras', elaborado por la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).

Este censo contabilizó en 2017, 4354 personas que sobreviven en las calles de la Ciudad de México y 2400 personas que habitan en albergues públicos y privados.  Del total de estas personas, el 87, 27 % son hombres y  el 12,76  % son mujeres. De esta cifra dos de cada tres son adictos, el 32 % tienen entre 18 y 30 años, hay 273 menores de edad, y cerca de 400 son de la tercera edad.

Aunque existe un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), citado por el diario La Jornada, que revela que hasta 2011, los mexicanos en indigencia representaron el 13,3 % de la población total, cuando la media latinoamericana fue del 11, 5 %.

Tal es el caso de Angélica, una mujer de 30 años quien vivió en la calle por mucho tiempo  por problemas familiares, es decir, por violencia.

Además de estos y otros abusos, ahora la población callejera, también tienen que enfrentar otra amenaza, el crimen organizado.

De 183 decesos registrados en todo el país en el último año, 85 ocurrieron en la capital, según un estudio realizado por la organización civil El Caracol AC. El 30 % fue provocado por actos violentos cometidos por terceras personas; es decir, homicidios y atropellamientos.

Vemos que lamentablemente el crimen organizado no respeta nada ni a nadie, no solo ataca a políticos, periodistas, sociedad civil, sacerdotes ahora también a la población callejera. Un problema que las autoridades han dejado crecer hasta estos niveles.

akm/ctl/msf

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