Cámara al Hombro: Gobierno expulsa habitantes de isla

En Honduras, el Gobierno pretende expulsar a los pobladores de diversas islas ubicadas en el golfo de Fonseca, al sur del país. La razón de tal decisión es para otorgar esos territorios al capital extranjero y establecer zonas especiales de desarrollo.

No necesitan equipos de tecnología, radios, televisores, mucho menos teléfonos inteligentes. Se acompañan por la música que producen las olas y pasan sus horas en mar adentro, pescando para lograr su sustento diario. Abuelos trasladan sus conocimientos a sus nietos, quienes seguirán viviendo en estas tierras si el Gobierno no los expulsa.

Estas imágenes aéreas muestran parte del territorio que conforma la isla Exposición, un enclave ubicado en el golfo de Fonseca, una de las zonas económicas más apetecidas por el capital extranjero y nacional. Su ricas aguas serían entregadas a capital de origen taiwanés.

Para llegar a esta isla, se debe conducir desde la capital Tegucigalpa, durante un promedio de 4 horas, para luego tomar una de estas lanchas y avanzar mar abierto por 35 minutos más. Juan subsiste de la pesca y traslado de turistas, pero sabe que todo eso podría cambiar muy pronto.

Fueron notificados de su desalojo desde el mes de agosto del año 2017, tenían fecha límite para abandonar su forma de vida hasta el pasado enero, pero se resisten a dejar atrás 20 años de trabajo, como lo cuenta Don Lorenzo.

Otras islas cercanas han sido entregadas a empresarios hondureños de manera ilegal y en otros casos con engaños a los pobladores del lugar. Hoy son tierras privadas, incluso el propio presidente Juan Orlando Hernández tiene su playa privada en la zona sur del país, llamada Guayaba Dorada.

Las zonas especiales de desarrollo son un proyecto que ha querido implementar el Partido Nacional desde hace más de 8 años, cuando inicio su gobierno en expresidente Porfirio Lobo Sosa. Pero ha tenido el rechazo de todas las comunidades escogidas y de diversas organizaciones sociales y ambientales.

El golfo de Fonseca es uno de los territorios donde las clases ricas y poderosas de esta nación se han ido apropiando poco a poco de las playas y así expulsando a sus moradores originales.

Sin energía eléctrica, falta de educación para sus niños y pocas fuentes de ingreso es la realidad para un aproximado de 15 familias, pero con una riqueza natural alrededor, de la cual serían despojados en los próximos meses.

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