Cámara al Hombro: Migrante, racismo y xenofobia en Chile
En los últimos años Chile vive un acelerado proceso de migración, aunque todavía es menor a los índices mundiales de movilidad humana. Esta nueva oleada tiene la característica de ser intrarregional, es decir, son ciudadanos latinoamericanos los que están llegando al país andino.
Esta larga fila aquí en la Extranjería chilena, se repite a diario. Son los cientos de personas que buscan regularizar sus papeles de migración, a pesar de la hostilidad de algunos grupos ultraderechistas, especialmente en redes sociales, donde descargan todo su racismo.
Son parte de un incipiente sentimiento xenófobo entre la población chilena, al que contribuyen los medios de comunicación. Según datos del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), los chilenos se perciben más blancos, aseados y educados que los inmigrantes.
Un estudio de la Universidad de Talca, señala que el 52 % de los chilenos cree que no tiene ancestros de pueblos originarios. A comienzos del siglo XVIII y como una política de Estado, Chile incentivó la llegada de inmigrantes europeos, buscando minimizar el componente indígena, según plantea esta socióloga.
A mediados del siglo XIX se produjeron otras oleadas europeas y desde Oriente Medio, principalmente palestinos, pero tras el golpe de Estado de 1973, Chile no fue un país atractivo para la inmigración, sumado a una legislación altamente restrictiva, la misma que permanece hasta hoy.
Un estudio de cuatro años al genoma de 3500 personas develó que lo único puro de los chilenos es su extendido mestizaje. Y de paso, relevó la negritud escondida por los libros de historia.
La raza es apenas un concepto geográfico, eliminado de las categorías antropológicas. En términos biológicos, el color de piel está dado por tres genes entre 30 mil.
Según cifras de la Coordinadora Nacional de Inmigrantes, hay alrededor de 200 mil personas que no han regularizado sus documentos que, sin embargo aportan al país alrededor de 1200 millones de dólares en impuestos. Piden una amnistía migratoria para normalizarlos como a todos los trabajadores y evitar abusos.
A pesar de las bravatas xenófobas, la gran mayoría de los chilenos ve en los inmigrantes un aporte, cultural, económico y personal.
Leonel Retamal, Santiago (Chile).
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