Cámara al Hombro: Nicaragua, esforzados por ver la luz

Nicaragua es uno de los países que tiene las estadísticas más altas en el consumo de alcohol. Se ubica en el tercer puesto de Latinoamérica.

Desde que se desató la crisis social y política en Nicaragua, desde abril de 2018, los centros de atención a personas adictas a las drogas y el alcohol reportan un aumento en solicitudes de ingreso.

En Nicaragua, personas adictas a las drogas y el alcohol buscan ayuda clínica, médica, psicológica y social para salir de la situación que, a algunos los ha llevado a perder a sus familias, empleos y estudios.

Ella es Tatiana, una joven de 22 años, adicta a las drogas y el alcohol. Tatiana es estudiante de la carrera de Ingeniería Industrial, en una universidad en Managua, la capital nicaragüense. Desde muy joven empezó a consumir estas drogas sin percatarse que se le estaba convirtiendo en una adicción. En los últimos seis meses, ha perdido dos trabajos y esto la impulsó a buscar ayuda para retomar su vida antes de hundirse en el vicio.

Oscar, a quien llamamos así para proteger su identidad, es abogado de profesión. A sus 33 años, llegó al Centro de Especialidades de Adicciones (CEA) en Managua, una organización no gubernamental que se encarga de ayudar a jóvenes y a adultos en su reinserción social. Oscar lleva 30 días interno y también busca ayuda para dejar las adicciones a las drogas y el alcohol.

Tatiana y Oscar forman parte de miles de jóvenes en Nicaragua, que a diario reportan ingreso a los centros de rehabilitación social en búsqueda de tratamiento para salir de los vicios.

De acuerdo al Centro de Especialidades de Adicciones, en el último año, la cantidad de solicitudes de ingreso en cada centro de ayuda social pasó de 10 a 15 por día.

Las cifras del Centro de Especialidades de Adicciones ubican a Nicaragua en el tercer lugar de los países latinoamericanos donde más consumen alcohol, en su mayoría, los que la ingieren son los jóvenes entre las edades de 15 a 25 años.

En el Centro de Especialidades de Adicciones, los jóvenes drogodependientes y adultos reciben asistencia médica, social, psiquiátrica y psicológica para poder enfrentar la crisis de ansiedad.

En Nicaragua existen cerca de 8 centros de rehabilitación social. Para los psicólogos, la incorporación de la familia en el proceso de rehabilitación es importante.

A pesar del aumento en casos de jóvenes inmersos en el alcohol y drogas, el Estado nicaragüense también contempla la ejecución de programas sociales para alejar a jóvenes y adultos de las adicciones.

El Gobierno de Nicaragua en este 2019 destinará cerca de 4 millones 940 mil córdobas, es decir, unos 152,000 dólares en programas sociales de reinserción, educación y eventos deportivos para mantener alejado a los jóvenes del vicio, a través del Instituto Contra el Alcoholismo y Drogadicción (ICAD).

Para Tatiana y Oscar, el dejar de consumir sustancias sicotrópicas ha sido un reto, sin embargo, aseguran que la voluntad y convicción de firmeza que están aprendiendo, les ayudará a no recaer en las drogas.

El trabajo de las organizaciones no gubernamentales en conjunto con el Estado de Nicaragua para atender a las personas adictas a drogas o alcohol, ha logrado disminuir la tasa de delitos juveniles a menos del uno por ciento del total de hechos delincuenciales ocurridos en el país, de acuerdo con cifras oficiales.

Moisés Mercado, Managua.

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