Foro Abierto; Mundo: Cumbre del Clima COP25, decepción e indignación

Este domingo ha cerrado sus puertas con una notoria decepción la XXV Conferencia de las Partes de la Convención de la ONU sobre Cambio Climático (COP25), que ha tenido lugar en Madrid.

_hnbAnte la imposibilidad de consensuar un texto, el desarrollo del artículo del Acuerdo de París referido a los mercados de dióxido de carbono (CO2) ha quedado pendiente para la próxima cumbre que se celebrará en Glasgow en noviembre del venidero año.

La cita, presidida por Chile, sí ha podido concretar el compromiso de 84 países de comenzar a bajar sus emisiones de CO2 desde el 2020. Sin embargo, las potencias responsables de más del 50 % de las emisiones en el mundo, no se unieron a este objetivo.

Otro de los puntos acordados se refiere a que la ciencia será el eje fundamental en la política medioambiental y el tercero de los compromisos logrados es el que se refiere al cuidado de océanos como una prioridad.

El encuentro ha servido para evidenciar la actitud del Gobierno de Estados Unidos –principal emisor per cápita de dióxido de carbono y solicitante de la baja del Acuerdo de París– que ha querido nuevamente desconocer la realidad de la contaminación.

Su postura ha contrastado con el pronunciamiento de una delegación alternativa, que ha querido demostrar que son muchos los estadounidenses que siguen en la lucha climática, otro ámbito de actuación contra las políticas aislacionistas del presidente estadounidense, Donald Trump.

La otra cara del encuentro se ha visto en las calles de Madrid, la capital española, y la han protagonizado miles de personas que participaron en la “Marcha por el Clima” desde la que reclamaron acción política ante la crisis y justicia climática a nivel mundial, un asunto del que muchos de los poderosos reniegan de manera explícita.

Eduardo Robaina, periodista, remarca que sin justicia social no habrá justicia climática y recuerda que es necesario garantizar una transición ecológica justa. Pondera la lucha de los movimientos sociales como el nuevo aire fresco que están poniendo sobre la mesa todo lo que tiene que ver con el cambio climático.

Aitor Galán, biólogo ambiental y analista político, cree que la postura negacionista del cambio climático es la que pretende imponer cierto sector y defiende que los científicos no ganan nada adicional por advertir lo que está ocurriendo con el clima. Lamenta que la COP25 no haya servido de mucho por la urgencia del problema y focaliza la responsabilidad en las grandes empresas contaminantes.

Carmelo Jordá, periodista, cree que se le está pidiendo a algunos países un compromiso al que no pueden llegar y que el modelo de desarrollo que se está proponiendo no es justo, ni seguro, ni limpio. En esa falta de coherencia enorme dice que podría estar la clave del porqué mucha gente no se interesa en el tema del cambio climático.

Cristina Bravo, periodista, cuestiona que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) no ha sido capaz de reunir a todos los países y encontrar una solución en común. Dice que todo lo que lleve a cabo el Estado a favor del medioambiente será apoyado por el ciudadano común, pero critica las apelaciones al sensacionalismo que observa en este tema.

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