“Propondremos sanciones contra los ministros extremistas y los colonos violentos. Y también propondremos una suspensión parcial del acuerdo de asociación en cuestiones relacionadas con el comercio”, ha declarado la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, este miércoles durante su discurso sobre el “Estado de la Unión” en el Parlamento Europeo de Estrasburgo.
La presidenta de la Comisión Europea ha expresado que las recientes decisiones del Gobierno israelí, como los últimos proyectos de colonización en Cisjordania que amenazan con dividirla en dos, son igual de “inaceptables”.
También, ha criticado lo que describió como la “asfixia financiera” de la Autoridad Nacional Palestina y los planes de expansión de asentamientos en la ocupada Cisjordania, denunciando que tales medidas buscan socavar la llamada solución de dos Estados y la perspectiva de un Estado palestino viable.
La alta funcionaria ha reconocido el descontento de muchos europeos por la falta de una postura unificada frente a Gaza y ha afirmado que “entiendo por qué lo que ocurre en Gaza es inaceptable, y Europa debe liderar el camino, como ya lo ha hecho antes”.
“Suspenderemos nuestro apoyo bilateral a Israel”, ha agregado Von der Leyen.
El anuncio ha desatado reacciones encontradas en la Eurocámara: numerosos eurodiputados, algunos vestidos de rojo en solidaridad con Gaza, aplaudieron la medida, mientras que miembros de la ultraderecha alemana (AfD) interrumpieron la sesión con gritos, siendo llamados al orden.
La Unión Europea es el principal socio comercial de Israel, representando el 32 % de su comercio total en 2024. Las exportaciones europeas hacia los territorios ocupados alcanzaron los 26 700 millones de euros ese mismo año, por lo que una suspensión tendría un fuerte impacto en la economía israelí.
Asimismo, Von der Leyen ha afirmado que “Las imágenes de madres con bebés sin vida en brazos han sacudido la conciencia del mundo. La hambruna nunca debe convertirse en un arma de guerra. Esto debe parar”.
Por su parte, Bélgica decidió la semana pasada imponer unilateralmente una serie de sanciones contra Israel y algunos de sus ministros, al tiempo que se comprometió a unirse a los países que reconocerán al Estado de Palestina durante la próxima Asamblea General de Naciones Unidas.
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