• El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, durante la cumbre del Consejo Europeo en Bruselas,18 de diciembre de 2025.
Publicada: viernes, 19 de diciembre de 2025 10:55

El primer ministro húngaro calificó de despilfarro el préstamo de la UE a Ucrania, pues financia el conflicto con Moscú y no su resolución.

“Es bueno que no participemos. Es dinero perdido”, declaró Viktor Orbán, durante una breve rueda de prensa tras la reunión del Consejo Europeo, donde los líderes del bloque decidieron recurrir a una nueva emisión de deuda conjunta en lugar de utilizar activos rusos congelados para financiar el préstamo a Kiev.

Orbán advirtió que, “con esta evidente carga de deuda fallida, quizás no sean los actuales responsables de la toma de decisiones quienes la paguen, sino sus hijos y nietos durante muchos, muchos años”.

Asimismo, calificando el préstamo como una “mala decisión, que acerca a Europa a la guerra”, añadido que “un préstamo para reparaciones significaría una guerra inmediata. Piénsenlo: hay dos partes en guerra. Usted es un tercero que va allí, le quita una gran cantidad de dinero a uno y se la da a su enemigo. ¿Qué significa eso? Es una guerra”, explicó el primer ministro.

La Unión Europea aprobó la decisión de destinar 90 000 millones de euros (casi 105 500 millones de dólares) a través de una nueva emisión de deuda conjunta. Sin embargo, este esquema se diseñará sin la participación de Hungría, Eslovaquia y República Checa, países que se han opuesto al uso de los activos rusos congelados.

“Orbán consiguió lo que quería: ningún préstamo de reparación. Y una acción de la UE sin la participación de Hungría, la República Checa y Eslovaquia”, señaló un diplomático europeo a Reuters.

 

Según el texto aprobado, los Estados miembros y el Parlamento Europeo continuarán trabajando para proporcionar a Ucrania un préstamo financiado con los fondos rusos congelados. El préstamo, basado en la emisión de deuda conjunta, solo sería reembolsado por Ucrania una vez que reciba reparaciones. Hasta entonces, los activos rusos permanecerán inmovilizados y el bloque se reserva el derecho de utilizarlos para garantizar el reembolso.

Fuentes indicaron que la principal dificultad para decidir sobre el uso del dinero ruso fue ofrecer garantías suficientes a Bélgica —donde se encuentra la mayoría de los fondos— para enfrentar posibles riesgos financieros y jurídicos ante una eventual represalia de Moscú por la confiscación de los recursos.

Por su parte, Rusia ha advertido en varias ocasiones que la congelación de sus fondos viola el derecho internacional, calificando la iniciativa de la Unión Europea como un “robo”, y el presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha anunciado que su país está preparando contramedidas.

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