En una entrevista concedida al diario estadounidense The New York Times y publicada el viernes, el jefe de la inteligencia militar ucraniana, Kyrylo Budanov, aseguró que la República Islámica aún no ha transferido sus misiles de crucero a Rusia para que se los utilicen en el conflicto en el territorio ucraniano.
Conformó alegó Budanov, al no tener capacidad propia para reponer su arsenal de misiles, Moscú está tratando de obtener misiles de Teherán, ofreciendo, a su vez, compartir su conocimiento científico en la industria militar.
“Irán no se apresura a hacer esto, por razones comprensibles, porque tan pronto como Rusia dispare los primeros misiles, aumentará la presión de las sanciones”, afirmó.
Budanov no obstante, volvió a repetir las acusaciones sin fundamento contra Irán sobre el envío de aviones no tripulados (drones) a Rusia para su uso en Ucrania.
Tal y como sostuvo el jefe de la inteligencia militar ucraniana, en virtud del contrato concluido este verano, Rusia compró a Irán 1700 drones Shahed, que se entregan a Moscú en lotes separados.
Hasta ahora, Rusia ha disparado alrededor de 540 de los drones, añadió, en ataques tácticos a lo largo de la línea del frente y en bombardeos dirigidos a centrales eléctricas, torres de alta tensión para líneas de transmisión y subestaciones eléctricas.
Teherán denuncia que esas acusaciones son parte de una guerra psicológica y una campaña de desinformación montadas por Occidente. Moscú, por su parte, ve detrás de todas esas retóricas nuevos intentos de los países occidentales por presionar a Irán.
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