Los vehículos antidisturbios de la Policía comenzaron a lanzar los gases de forma excesiva a una multitud que se había congregado el viernes de manera pacífica en los alrededores del edificio de la Asamblea Nacional en Quito, la capital del país.
Esto mientras los participantes en la concentración, convocada por la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE), coreaban consigna “¡queremos paz, queremos paz!”.
Dicha represión se produjo unas horas después de que Moreno llamara a los líderes de la CONAIE a sentarse a la mesa de diálogo para encontrar una salida a las diferencias.
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Una violencia exacerbada, interpuesta por la fuerza pública y militar [...] que hasta el momento deja una cifra de más 554 heridos, 929 detenidos y 5 muertos”, censuró la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE) tras la represión violenta de la Policía nacional.
Sin embargo, la brutalidad de las fuerzas de seguridad provocó la ira de la confederación que en un comunicado emitido por la tarde del viernes puso en entredicho la llamada del Gobierno, basada a su juicio en “una de las peores masacres en la historia de Ecuador”.
“Una violencia exacerbada, interpuesta por la fuerza pública y militar [...] que hasta el momento deja una cifra de más de 554 heridos, 929 detenidos y 5 muertos”, censuró la Confederación Indígena.
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Los medios extremos de la Policía ecuatoriana causaron también la reacción de Amnistía Internacional (AI). La oenegé publicó la misma jornada en su cuenta en Twitter cinco vídeos de agresiones policiales durante las marchas, incluso contra los periodistas.
Estos 5 videos muestran el uso excesivo de la fuerza por parte de la @PoliciaEcuador para reprimir a manifestantes. Esta evidencia ha sido verificada por nuestro equipo de expertos digitales.
— AmnistiaOnline (@AmnistiaOnline) October 12, 2019
Presidente @Lenin no más represión violenta en #Ecuador. pic.twitter.com/C52D2SYB6R
Moreno, quien llegó al poder en 2017 como candidato de la izquierda ha provocado un desconecto popular en Ecuador con políticas neoliberales incluida su reciente decisión de eliminar los subsidios al diésel y la gasolina en el marco de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), a cambio de 4200 millones de dólares, destinados a reducir el déficit fiscal.
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Con la liberación de los precios de los combustibles, los indígenas que representan el 25 por ciento de los 17,3 millones de ecuatorianos y son el sector más castigado por la pobreza que en su mayoría trabajan en el campo, deben pagar más para el transporte de sus productos.
Moreno anunció el 3 de octubre la eliminación de los subsidios a los combustibles—dejando así una práctica de 47 años de subvencionar los combustibles de parte del Gobierno— entre otras medidas que ha decidido en el marco de un paquete económico.
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