En su más reciente conferencia de prensa el presidente de Panamá reconoció las amenazas desde la embajada estadounidense sobre la suspensión de visas a funcionarios y otras personalidades por sus supuestos vínculos con el Partido Comunista Chino.
En lo que algunos podrían catalogar como “un giro” en su postura, el mandatario reprobó las presiones norteamericanas, al mismo tiempo que volvió a manifestar su rechazo a que Panamá sea convertido en otro escenario de la creciente disputa entre Washington y Pekín.
Aunque las declaraciones generaron reacciones en ambas embajadas, con Estados Unidos recalcando que sus visas “son un privilegio y no un derecho” mientras una publicación de la embajadora china Xu Xueyan calificó como “muy importante” la revelación hecha por Mulino; distintos analistas panameños plantean un posicionamiento de dignidad, en medio de la retórica que se ha venido incrementando este año desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
John Alonso, Ciudad de Panamá.
hhd/hnb