La misión diplomática iraní, en un comunicado emitido el viernes, repudió las declaraciones de Sir Ken McCallum del 16 de octubre, en las que acusaba a Irán de estar involucrado en supuestos “complotes mortales” y “acciones hostiles transfronterizas”.
“La Embajada de la República Islámica de Irán expresa su firme protesta y absoluto rechazo a estas declaraciones infundadas e irresponsables”, indicó el comunicado.
“Estas acusaciones sin fundamento forman parte de un esfuerzo continuo por distorsionar las políticas de Irán y socavar las relaciones diplomáticas bilaterales”, subrayó la embajada, enfatizando que el país niega categóricamente cualquier implicación en actos violentos, secuestros o acoso de individuos en el Reino Unido o en otros lugares.
El comunicado añadió que las afirmaciones se realizaron “sin evidencia creíble” y contravienen el compromiso de Irán con el derecho internacional, el principio de igualdad soberana, así como la promoción de la coexistencia pacífica y la cooperación internacional.
Las declaraciones se producen tras las acusaciones del jefe del Servicio de Inteligencia Interior del Reino Unido (MI5, por sus siglas en inglés) en medio de una campaña de desinformación contra Irán y sin presentar ninguna evidencia creíble aseguró que las fuerzas de seguridad británicas habían frustrado 20 operaciones vinculadas a Irán en suelo británico durante el último año, afirmación que Teherán ha desestimado como parte de una campaña de desinformación en curso.
La embajada iraní instó al gobierno británico a “abstenerse de realizar o escalar acusaciones infundadas” y, en cambio, adoptar un “enfoque responsable y constructivo basado en el diálogo y el respeto mutuo” para abordar las preocupaciones de seguridad compartidas mediante canales legales y diplomáticos.
Finalmente, la misión reafirmó la disposición de Irán al diálogo y su compromiso con las normas internacionales y las relaciones pacíficas entre naciones.
Las relaciones entre Irán y el Reino Unido tienen una historia larga y compleja, marcada por la influencia británica en el petróleo y la política iraní, la nacionalización del petróleo en los años 50 y el golpe de Estado de 1953. Tras la Revolución Islámica de 1979, las relaciones se volvieron tensas, con desacuerdos sobre seguridad y derechos humanos, aunque ocasionalmente han buscado diálogo y cooperación limitada en asuntos económicos y regionales.
zbg/hnb