Aseguran que el diálogo con el Gobierno es imposible mientras el polémico paquete de recortes esté en vigor.
No cesan las protestas y el paro nacional en Ecuador contra medidas de austeridad del Gobierno y del presidente Lenín Moreno.
Las protestas estallaron el pasado 2 de octubre en rechazo a un aumento drástico del precio de combustible, como parte de un paquete de ajustes a instancias del Fondo Monetario Internacional (FMI). Al menos cinco manifestantes murieron y cientos resultaron heridos en choques con las fuerzas de seguridad. Los manifestantes piden la renuncia del presidente Lenín Moreno.
El Gobierno de Ecuador asegura que todo se trata de un complot orquestado por Venezuela y acusa el expresidente ecuatoriano, Rafael Correa, de recibir órdenes de Caracas.
Venezuela ha desestimado está alegación considerada por Correa como una locura.
El Gobierno ecuatoriano ha propuesto dialogar con los líderes de protestas dominadas por los indígenas. Pero los manifestantes rechazan dialogar bajo las actuales circunstancias.
En el marco de las protestas, los movimientos indígenas han tomado el control de tres campos petroleros en la Amazonía ecuatoriana, hecho que ha reducido la producción petrolera del país en dos tercios.
Moreno, quien llegó al poder en 2017 como candidato de la izquierda ha provocado un desconecto popular en Ecuador con políticas neoliberales incluida su reciente decisión de eliminar los subsidios al diésel y la gasolina en el marco de un acuerdo con el FMI, a cambio de 4.2 mil millones de dólares, destinados a reducir el déficit fiscal.
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