“El embajador [Ali Chegini] y el personal de la embajada de Irán en Venezuela están desempeñando sus funciones con seriedad. Nuestra embajada es muy activa”, ha destacado el portavoz de la Cancillería de Irán, Esmail Baqai, en su conferencia de prensa semanal de este lunes.
Ha agregado que “los rumores sobre la retirada de diplomáticos y empresas iraníes de Venezuela no son ciertos y son parte de la guerra psicológica contra Venezuela, algo que también le ha sucedido antes a Irán”.
En cuanto a la retirada de empresas iraníes de los proyectos de desarrollo en Venezuela, ha tildado de una “tergiversación”, señalando que la noticia original se remonta a hace aproximadamente un año.
El portavoz iraní ha subrayado que en los últimos meses todo el mundo ha sido testigo de operaciones de EE.UU. contra Venezuela, las cuales son un “patrón recurrente” que ha generado “preocupación” en la comunidad internacional.
“Las medidas adoptadas por EE.UU. contra Venezuela contradicen estos principios y normas internacionales”, ha apostillado Baqai y ha dicho que las autoridades venezolanas han denunciado que Washington intenta el retorno del “neocolonialismo y de saqueo de los recursos petroleros del país” bolivariano.
En alusión al reconocimiento abierto de autoridades estadounidenses de que sus medidas agresivas en el Caribe tienen como objetivo el petróleo y otros recursos naturales de Venezuela, el vocero iraní ha avisado que esto es “una alarma” para todo el sistema de derecho internacional y la Carta de la ONU, avisando de “consecuencias muy graves para las relaciones internacionales y los distintos países”.
Desde pasado agosto, fuerzas militares estadounidenses se han desplegado en el Caribe y el Pacífico bajo pretexto de lucha contra drogas en la región. Las fuerzas estadounidenses han llevado a cabo 29 operaciones militares contra pequeñas embarcaciones, asesinando a por lo menos 105 personas.
Aunque la Administración estadounidense presenta estas operaciones como parte de una ofensiva “antinarcóticos”, tanto analistas como el Gobierno venezolano sostienen que el verdadero objetivo es apropiarse de los recursos naturales del país bolivariano, en particular del petróleo.
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