“Instamos al director general [de la AIEA, Rafael] Grossi, quien presiona para restablecer los contactos con Teherán, a que se adhiera estrictamente a la misión fundadora de la Secretaría de la AIEA, incluida la naturaleza profesional, neutral e imparcial de las evaluaciones que se presentan y la actividad más amplia de esta organización”, ha declarado este viernes el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, a la prensa.
Según Lavrov, “la pausa en las relaciones entre Irán y la AIEA, no es culpa de Teherán”.
El máximo diplomático ruso ha expresado su agradecimiento por la mediación de Egipto para restablecer las relaciones entre la República Islámica y el organismo de control nuclear mundial, que “se desmoronaron tras la agresión israelí y estadounidense”. Irán, cuya infraestructura nuclear fue atacada, se encontraba entonces bajo la supervisión de la AIEA, ha agregado.
El pasado 13 de junio, Israel inició una agresión de 12 días contra Irán, atacando instalaciones militares, nucleares y civiles en Teherán y otras ciudades, lo que dejó casi 1100 muertos. A los ataques israelíes se unió una semana después Estados Unidos, bombardeando tres sitios nucleares iraníes (Fordo, Natanz e Isfahán), protegidos por la AIEA, en clara violación de la Carta de las Naciones Unidas y el Tratado de No Proliferación (TNP) nuclear.
Pese a la agresión, Irán, para mostrar su buena fe, alcanzó un acuerdo con la Agencia en El Cairo (Egipto) a principios de septiembre que le permitía a la AIEA restablecer la supervisión plena. Sin embargo, el acuerdo quedó suspendido en respuesta a la aprobación de una resolución política por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) a finales de septiembre que restableció las sanciones de la ONU a Irán, acusando al país de “incumplir” su parte del acuerdo nuclear de 2015.
La República Islámica de Irán, no obstante, ha dicho una y otra vez estar dispuesta a colaborar en pleno con la AIEA si se garanticen la seguridad de sus instalaciones nucleares.
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