Según informó el martes el ministro ruso de defensa, Serguéi Shoigu, Moscú está desarrollando un sistema avanzado de misiles S-550, nunca antes visto.
En este sentido, durante una reunión mantenida con altos funcionarios del Ministerio de Defensa y jefes de empresas de la industria de defensa del país euroasiático, el presidente ruso, Vladímir Putin, destacó la importancia de entregar sistemas de misiles tierra-aire S-350, S-500 y S-550 a las tropas rusas.
“Se consideraron medidas para responder adecuadamente a la situación inestable cerca de las fronteras de Rusia. Se prestó gran atención a mejorar el sistema de defensa aeroespacial del país. El jefe de Estado hizo especial énfasis en la importancia del desarrollo avanzado de la defensa aérea nacional y los sistemas de misiles antibalísticos, así como de la entrega de los sistemas S-350, S-500 y S-550 a las Fuerzas Armadas rusas”, informó Shoigu.
Las declaraciones del ministro ruso se produjeron mientras que las relaciones entre Rusia y el Occidente atraviesan un período de gran tensión a tenor de una serie de cuestiones, incluida la tensión con Ucrania detonada tras la anexión de la estratégica península de Crimea a la Federación Rusa en 2014 en virtud de un referéndum popular.
Durante los últimos años, Rusia ha modernizado gran parte de su armamento, incluidos misiles, cazas y tanques, para hacer frente a las provocaciones y amenazas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que ha aumentado su presencia militar cerca de las fronteras rusas.
En 2018, el presidente ruso impulsó un ambicioso programa estatal de armamento que prevé modernizar el Ejército y su arsenal, así como multiplicar la producción de armas en los próximos diez años, para que sean las más efectivas y precisas del mundo.
Conforme destacan expertos, los estadounidenses incluidos, el poderío militar de Rusia supera el de Estados Unidos y países de la OTAN por sus armamentos modernizados, que son capaces de hacer frente a las amenazas enemigas.
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