En una carta enviada este viernes al jefe de la Política Exterior de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, 86 grupos de derechos humanos y expertos independientes han instado al bloque comunitario a tomar “medidas serias y efectivas” contra la empresa tecnológica israelí NSO Group, creadora de uno de los softwares de espionaje más sofisticados del mundo.
Esto se debe a que el software israelí Pegasus de esta empresa se utilizó para piratear los dispositivos de seis activistas palestinos de derechos humanos, entre otros casos, se lee en el texto.
De acuerdo con el conjunto de oenegés, incluida la Amnistía Internacional (AI), el régimen global de sanciones de la UE le permite adoptar embargos selectivos contra entidades responsables de violaciones o abusos que son motivo de grave preocupación con respecto a los objetivos de la política exterior y de seguridad común, incluidas las violaciones o abusos de la libertad, de reunión pacífica y de asociación, o de la libertad de expresión.
Tales derechos, precisa la misiva, han sido violados repetidamente, utilizando la tecnología de NSO del régimen de Israel. “El uso de tal software espía por parte de Gobiernos abusivos también puede facilitar ejecuciones y asesinatos extrajudiciales, sumarios o arbitrarios, o la desaparición forzada de personas”, alerta la carta, citando a un relator especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Ante tal situación, estos grupos han llamado al bloque comunitario a poner urgentemente a la empresa israelí en su lista de sanciones globales, tomar todas las medidas apropiadas para prohibir la venta, transferencia, exportación, importación y uso de sus tecnologías, así como la prestación de servicios que respalden los productos de NSO Group.
En julio pasado, el diario estadounidense The Washington Post, junto a otros 16 medios de comunicación con la ayuda de AI y la Organización Forbidden Stories, publicó un informe, en el que denuncia que al menos 50 000 números de teléfono, incluidos los de activistas de derechos humanos, periodistas, políticos y abogados, habían sido controlados a lo largo y ancho del mundo a través del programa espía israelí.
En este contexto, la Comisión Europea (CE), por su parte, calificó de “inaceptables” las acciones de espionaje de Pegasus y declaró que estos hechos van contra “todo tipo de reglas”.
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