Así lo indica Citizen Lab, de la Universidad de Toronto, en un informe publicado el domingo en el que detalla que el malware, denominado Pegasus, de la firma israelí NSO Group se infiltró en los teléfonos celulares de 36 periodistas, productores, presentadores y ejecutivos de la cadena de televisión catarí Al-Jazeera para piratear los datos personales de los afectados.
Según el informe del grupo de ciberseguridad canadiense, todos los teléfonos hackeados eran iphone y lo más desconcertante para los investigadores fue que los iMessages estaban infectando teléfonos celulares específicos, sin que los usuarios realizaran ninguna acción, lo que se conoce como vulnerabilidad de “cero clic”.
Citizen Lab describe la acción coordinada contra Al-Jazeera como la mayor concentración de ataques telefónicos dirigidos a una sola organización y los vincula con los Gobiernos de Arabia Saudí y los EAU, dos monarquías rivales y hostiles a Catar, que habían usado el mismo software espía israelí para piratear a los disidentes dentro y fuera de sus respectivos países.
El hackeo tuvo lugar en julio, según reporta el grupo canadiense, pocas semanas antes de que Abu Dhabi acordara normalizar relaciones con el régimen de Israel, medida que rechazó Doha.
Los analistas opinan que el acercamiento árabe-israelí probablemente conducirá a una mayor cooperación en las actividades de espionaje entre Israel y las monarquías del Golfo Pérsico, poniendo en riesgo la privacidad y la seguridad de los países e instituciones disidentes.
Arabia Saudí y los EAU, junto a Egipto y Baréin ejercen hostilidad contra Catar desde 2017 cuando rompieron sus relaciones diplomáticas con esta pequeña monarquía del Golfo Pérsico, y aplicaron una serie de represalias económicas a este emirato, acusándolo de apoyar y financiar el terrorismo.
Los cuatro Estados árabes presentaron a Doha una larga lista de demandas, entre ellas el cierre de su influyente cadena Al-Jazeera, en idioma árabe, que consideran que promueve una agenda política contraria a la suya.
Los Al Saud y los EAU han utilizado repetidamente el malware Pegasus para espiar a periodistas, abogados, defensores de los derechos humanos y disidentes.
En particular, el software espía estuvo implicado en el espantoso asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi, el pasado 2 de octubre de 2017 en el consulado saudí en la ciudad turca de Estambul.
Las investigaciones de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos sobre este crimen indicaban que el príncipe heredero Muhamad bin Salman había ordenado acabar con la vida del periodista opositor.
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