Distrito Financiero; Uruguay: El silencioso éxito económico
La economía de Uruguay demostró, en el inicio del 2018, una senda de sostenido y moderado crecimiento, alentado por el consumo y las exportaciones.
En el trimestre enero-marzo el Producto Interno Bruto (PIB) dio un salto del 2,2 % interanual y del 1,1 % frente al último trimestre de 2017, según cifras divulgadas por el Banco Central de Uruguay (BCU), abandonando las tasas de expansión del 4 % observadas en 2016 y 2017.
Dentro de las actividades primarias, “el efecto negativo de la sequía se concentró en el sector agrícola con particular incidencia en los cultivos de soja”, apuntó el organismo.
Según el Informe de Cuentas Nacionales del BCU, las principales variaciones positivas se dieron en transporte y comunicaciones (+6,7 %), comercio y hoteles (+4,0 %), industrias manufactureras (+2,9 %) y construcción (+2,1 %). En cambio, se registraron retrocesos en actividades primarias (-4,7 %), agricultura y ganadería (-4,8 %), motor de la economía local, y suministro de electricidad, gas y agua (-6,0 %).
Uruguay posee, conforme al Instituto Nacional de Estadística (INE), el 9,7 % del total de la población en la pobreza en 2014 y en 2015, y en 2016 fue el 9,4 % del total. En el caso de los uruguayos en situación de indigencia, el total fue de un 0,3 % en 2014 y 2015, y de un 0,2 % en 2016.
Sin embargo, hay otras estadísticas que contradicen estos datos del INE. De acuerdo con el Instituto Nacional de Alimentación (INDA), la cantidad de gente que pudo acceder a un plato de comida en su servicio nacional de comedores pasó de 7586 a 7830 entre 2015 y 2016.
Pero, además, entre 2015 y 2016 el INDA aumentó el apoyo con alimentos secos a instituciones que asisten a personas nutricionalmente vulnerables, como merenderos, clubes de niños, entre otros. De 423 pasó a 649 instituciones, y de 20 000 usuarios pasó a más de 32 000 en total.
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