Distrito Financiero - El desafío soberanista catalán
Las elecciones al Parlamento catalán del 27 de septiembre colocan no solo a Cataluña, sino también a España, en una encrucijada.
La lista unitaria Junts pel sí, encabezada por Artur Mas, tiene la intención de declarar la independencia aún en el caso de que el Estado suspenda la autonomía. Cataluña tiene una extensión y población similares al de varios estados europeos.
Asimismo cuenta con un PIB muy superior al de otros países independientes de facto, como por ejemplo Kosovo. Con estos mimbres, parece claro que, en principio, una Cataluña independiente es viable económicamente. Los independentistas defienden que la separación tendría efectos positivos para las finanzas catalanas, gracias sobre todo al aumento de la recaudación fiscal.
Sin embargo, una Cataluña segregada de España tendría que enfrentarse a duros obstáculos que pondrían en peligro su futuro económico. Para empezar, el nuevo país no formaría parte de la Unión Europea, por lo que tendría que comenzar de cero el largo y complejo proceso de adhesión. Además, se quedaría sin fondos estructurales y fuera del Banco Europeo de Inversiones (BEI).
Según numerosos expertos, la ruptura con el ‘Estado matriz’ provocaría una inestabilidad política que ahuyentaría a los inversores extranjeros. Muchas empresas abandonarían Cataluña asustadas por la inseguridad jurídica, con el consecuente aumento del paro. El ministerio de Asuntos Exteriores coincide con Credit Suisse al pronosticar que la todavía región podría perder hasta el 20% de su PIB.
INVITADOS:
Clemente Polo, Catedrático de UAB y columnista de Expansión
Ramón Soldán, Coordinador de ERC en el Congreso
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