Según ha informado este martes Ahmad Jadem, un alto comandante del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) en Juzestán, los transportes blindados de la entidad militar de élite iraní se han trasladado a las ciudades de Susangerd y Hamidia, ambas localizadas en Juzestán, y están reubicando a las personas afectadas por las inundaciones en lugares seguros.
El comandante del CGRI ha agregado que también hay una división militar de la entidad en las ciudades suroccidentales de Jorramshahr y Abadán, la cual se está encargando de las labores de ingeniería para levantar diques a fin de impedir que el agua llegue a las zonas residenciales.
Jadem ha afirmado, además, que los hospitales móviles del CGRI están proporcionando atención sanitaria en las áreas inundadas, para luego señalar que hay seis médicos asistiendo a los habitantes de las aldeas damnificadas.
El Ejército, el CGRI y la Fuerza de la Resistencia Popular de Irán (Basich) son algunas de las entidades que están ayudando a los afectados.
El domingo, el comandante de las Fuerzas de Quds del CGRI de Irán, el general Qasem Soleimani, visitó la ciudad de Susangerd, donde prometió ayudas inmediatas a los damnificados por las lluvias torrenciales caídas en la zona.
Las primeras inundaciones comenzaron el 19 de marzo en el norte de Irán. Desde el 1 de abril otras zonas en el suroeste, el oeste y el sur del país, como las provincias de Kermanshah, Juzestán, Ilam y Lorestán, registraron fuertes precipitaciones. Se reporta un saldo de 70 muertos, más de 760 heridos —conforme a fuentes hospitalarias— y millones de dólares en pérdidas materiales.
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