En declaraciones al diario estadounidense The New York Times, Serguéi Dvoretski, un alto mando de los servicios de inteligencia ucranianos, ha revelado que la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés) durante los últimos ocho años ha financiado y equipado al menos 12 emplazamientos secretos en Ucrania a lo largo de la frontera rusa para operaciones de espionaje.
Según el informe, la CIA ha proporcionado a Kiev información de inteligencia para realizar ataques selectivos con misiles, rastrear los movimientos de tropas rusas y ayudar a mantener las redes de espionaje en Rusia y en toda Europa.
Al respecto, ha subrayado que las relaciones entre Ucrania y las agencias de inteligencia estadounidenses no se limita a la situación actual de guerra, sino que Ucrania es un “centro de recopilación de inteligencia” sobre Rusia para sus socios occidentales.
De acuerdo con el NYT, la cooperación entre Kiev y la CIA ha siido tan “fructífera” que la parte estadounidense decidió extenderla con otros países europeos que anhelaban “contrarrestar a Rusia”.
El diario ha revelado también una visita que el director de la CIA, William Burns, hizo el pasado jueves a Ucrania, la décima desde el inicio de la guerra.
Desde el comienzo del conflicto entre Moscú y Kiev, los países occidentales, encabezados por EE.UU., han intervenido en este conflicto a favor de Kiev de diversas formas, como armar al país eslavo y espiar al Ejército ruso, con el fin de detener su avance militar.
En 2017, los servicios de inteligencia rusos frustraron unas 400 operaciones de espionaje extranjero que intentaban acceder a información sensible en el país euroasiático, desveló el presidente de Rusia, Vladímir Putin.
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