Al lanzar el lunes su nuevo canal en dicha plataforma, creado al parecer con este propósito, la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de EE.UU. difundió ahí un vídeo promocional en ruso y anunció que lo que busca es recopilar información específica sobre la economía de Rusia o sus altos funcionarios.
Según la agencia rusa Tass, los funcionarios de la CIA en una entrevista concedida a la cadena estadounidense CNN revelaron su deseo de que los contenidos y vídeos divulgados en Telegram coadyuven a persuadir a los rusos para que proporcionen la información que necesita Estados Unidos.
“Los funcionarios de Inteligencia de EE.UU. creen que ya existe una oportunidad sin precedentes para persuadir a los rusos descontentos con la guerra en Ucrania y que viven en Rusia para que compartan sus secretos, y han comenzado el esfuerzo compartiendo un vídeo cinematográfico de reclutamiento hábilmente producido. La medida incluye el nuevo canal de la CIA en la red social Telegram, una fuente popular de noticias sin restricciones al acceso en Rusia”, ha publicado al respecto el portal de CNN.
La grabación compartida termina con instrucciones sobre cómo contactar con la CIA de forma anónima y segura. Después de Telegram, el contenido audiovisual fue difundido también en otras redes sociales de la CIA como en YouTube, Twitter, Instagram y Facebook.
Un funcionario estadounidense ha dicho, bajo condición de anonimato, que el mensaje que Washington espera que sea escuchado en Rusia es que EE.UU. está trabajando en áreas sensibles y tiene acceso a información valiosa.
A principios de marzo, el periódico estadounidense Washington Post informó que, en un esfuerzo por reclutar a los empleados de la embajada rusa en Washington, la CIA estaba enviando anuncios en las redes sociales a los teléfonos inteligentes activos en el centro diplomático ruso o en lugares cercanos.
Las autoridades rusas han denunciado en reiteradas ocasiones un aumento en las operaciones de agencias de inteligencia extranjeras, particularmente de EE.UU., para actividades de espionaje contra Moscú.
En 2017, los servicios de inteligencia rusos frustraron unas 400 operaciones de espionaje extranjero que intentaban acceder a información sensible en el país euroasiático, desveló el presidente de Rusia, Vladímir Putin.
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