Publicada: sábado, 6 de diciembre de 2025 7:00

Un pueblo como el palestino que durante 77 años ha sufrido un proceso de ocupación, colonización y exterminio, que experimenta los intentos de invisibilizar su historia, cultura, vestuario, gastronomía.

A pesar de esa constante delictiva, ese pueblo palestino se levanta una y otra vez demandando su derecho a existir, resistir frente a los afanes de exterminio que el ocupante israelí lleva a cabo contra Palestina y su pueblo.

Una sociedad israelí que ha mandatado a sus políticos y militares a judaizar las aldeas, pueblos y restos arqueológicos palestinos. Piensan que tal forma de proceder borrará sus huellas milenarias. Creen estos sionistas que, arrancando sus olivos, al demoler sus edificaciones la memoria no se hará presente. Esto, pues esa “sociedad de ladrones” como la definió el propio David Grün – por su nombre semitizado de David Ben Gurion – trata de enterrar en las sombras, sin posibilidad alguna de lograrlo, a un pueblo milenario que, sobre todo a partir de Tormenta de Al Aqsa en octubre de 2023, le grita al mundo que su lucha está más presente que nunca.

Ese pueblo palestino demuestra, día a día, con su resistencia, valentía y dignidad que, está más vivo que nunca, que sus mártires son la expresión de una decisión de lucha irreductible frente a una sociedad de colonos extranjeros, supremacistas, racistas, belicistas. Una Palestina que con sus hombres y mujeres opone firme y valerosa tenacidad a ser expulsado de su tierra, que como una Handala (1) se aferra a su tierra de la cual ningún criminal sionista podrá arrancarlo y representado por ese niño de espaldas creado por el caricaturista palestino Naji Al – Ali.

Expulsión o muerte es la disyuntiva que el régimen nazisionista israelí le exige al pueblo palestino de la Franja de Gaza y día a día con mayor intensidad en Cisjordania. Una alternativa que muestra, en toda su dimensión, el grado de perversidad de una entidad cuya definición y evidencia de genocida no puede ocultar, por más campañas mediáticas y compra de voluntades y conciencias lleve a cabo. 

Efectivamente, la historia nos muestra, a todas luces, que la Conferencia de Wannsee (2) realizada por una docena de jerarcas nazis el año 1942, en las afueras de Berlín, la capital alemana, encuentra su símil en cada reunión que la jerarquía política militar israelí, junto a su socio estadounidense realiza para planear y llevar a cabo el desplazamiento y exterminio de la población palestina. Un Plan de solución final que hermana a nazis y sionistas (3)

Esto, en materia de catalizar la ocupación de su territorio con proyectos descabellados como crear una “Riviera” en Gaza, expulsar a la población a países vecinos o lisa y llanamente exterminarlos por cientos de miles, a vista y complacencia de múltiples organismos internacionales, gobiernos y sociedades ciegas, sordas y mudas con los métodos más horrendos que puede entregar su maquinaria de guerra.

Y esa realidad no queda circunscrita sólo a Palestina, sino que la megalomanía patibularia del ente israelí sigue agrediendo al Líbano, a pesar de un cese al fuego, que sólo es tinta en un papel estéril y que ha significado destrucción, muerte, asesinatos selectivos de cuadros políticos y militares de la resistencia libanesa. Esto, junto a la violación de un derecho internacional que sólo sirve a los intereses de las potencias occidentales y la intensificación de la impunidad.

Palestina, El Líbano y también Siria, atacada a pesar de la alianza de facto tejida entre el sionismo con aquellos que derrocaron al ex presidente Bashar al Assad. Una Siria hoy administrado por un terrorista como es Ahmed Al Sharaa – ex Mohammad al Golani por quien Estados Unidos ofrecía 10 millones de dólares por su cabeza como líder de Hayat Tahrir al Sham – la franquicia del terror de Al Qaeda en Siria – exFfrente al Nusra –

Un Al Golani que hoy vestido de traje se pasea por las cancillerías de Europa, estrecha la mano de Donald Trump e incluso habla de democracia en el seno de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en el mismo momento que se le negó la entrada a Estados Unidos (sede de la ONU) a la delegación de Palestina.

Una Siria, con un terrorista como primer mandatario de facto, que permite que se esquilme el país a través de acuerdos con monarquías como la de Emiratos Árabes Unidos, para administrar sus puertos, dejar que el ente sionista se apodere, día a día, de más y más territorios del sur de Siria y convertir al país en un centro de paso de los proyectos energéticos de Estados Unidos, Europa y sus cervatillos de Asia occidental. Una Siria que se convierte así en parte del cerco contra Palestina y El Líbano.

Una realidad  que debe ser combatida y que da pasos para conformar  ese objetivo desquiciado, en el marco de la expansión imperial de Estados Unidos y sus socios europeos, de la mano  de la propia ampliación criminal del ente nazisionista que, ansían el dominio de las riquezas energéticas de Asia occidental, el Cáucaso Sur, los yacimientos de gas de la costa oriental de Mar Mediterráneo, junto a la red de oleoductos y gasoductos d ela región que abastecen de los recursos energéticos, principalmente a Europa.

Se une a ello el proyecto de buscar una alternativa al canal de Suez a través del llamado Canal Ben Gurion, que atravesaría los territorios palestinos ocupados desde el Golfo de Aqaba hasta las costas de gaza, junto a los planes de dominio del estrecho de Ormuz gasoductos, proyectos de crear un nuevo canal de comunicación que atravesaría los territorios palestinos ocupados entre el Golfo de Aqaba, desde Umm al-Rashräsh (hebraizado como Eilat por el ocupante judío sionista )   y la costa de Gaza.

Unido al control de pasos marítimos estratégicos como es el caso del estrecho de Ormuz en el Golfo Pérsico y el estrecho Bab el Mandeb en Yemen (frente a Yibuti en el cuerno africano) que permite el control y acceso del Mar Rojo y con ello al Canal de Suez y por ende al Mediterráneo.

Los objetivos que persigue este Canal Ben Gurion va en directa relación con la política genocida contra el pueblo palestino. Reviste peligros no sólo para la autodeterminación del pueblo palestino, sino también para el conjunto de los países de Asia Occidental e incluso proyectos ya en curso como es la Nueva Ruta de la Seda:

  1. Concretar un proyecto estadounidense, dado a conocer el año 1993, que reemplazaría al canal de Suez por consideraciones geopolíticas más que económicas (4)
  2. Fortalece la posición del ente sionista en materia de punta de lanza de los intereses hegemónicos occidentales en una zona bisagra del mundo, sobre todo en materia de recursos energéticos y pasos marítimos.
  3. Obtener ventajas militares y crear una barrera política que permita, en caso de supuestas amenazas contra ese canal, intervenir militarmente con el poderío estadounidense y la OTAN.
  4. Generar dificultades y hasta una política de sabotajes contra el avance chino, ruso e iraní en materia de una política multilateral

Egipto que es un aliado irreductible de Israel y Estados Unidos se vería enormemente perjudicado con la construcción del Canal Ben Gurion pues perdería la mitad de sus ingresos en materia de cobro de tránsito marítimo. China tendría que buscar mecanismos que le permitan contender contra este proyecto que, aunque multimillonario se ve con buenos ojos en la mirada de mantener ese poder hegemónico de Washington.

Un interesante artículo que da cuenta de esta idea faraónica, hegemónica y sobre todo destinada al control de una región rica en recursos energéticos y de importancia geopolítica sin discusión señala “De concretarse, el Canal Ben Gurión será casi un tercio más largo que el Canal de Suez, de 193,3 km (292,9 km). Su construcción tardaría cinco años e involucraría a 300.000 ingenieros y técnicos de todo el mundo. El costo estimado de la construcción oscila entre 16.000 y 55.000 millones de dólares. Israel debería obtener 6.000 millones de dólares anuales. Quien controle el canal, y aparentemente solo podrán ser Israel y sus aliados (principalmente Estados Unidos y Gran Bretaña), tendrá una enorme influencia en las cadenas internacionales de suministro de petróleo, gas y cereales, así como en el comercio mundial en general” (5)

Un proyecto que tiene fuera de lo que he mencionado, una gran dificultad. Y esa se llama pueblo palestino, Franja de Gaza, resistencia. Una espina en la espalda del ente nazisionista israelí. Pues tal idea de la alianza imperial sionista de controlar la región de Asia Occidental tiene, como necesidad, el desplazamiento, expulsión y si no se logra aquello, entonces el exterminio masivo de la población palestina, esencialmente de la Franja de Gaza.

Para ello toda idea descabellada pero esencialmente criminal sirve a los propósitos hegemónicos y arrogantes de Estados Unidos y sus cervatillos europeos y su perro lazarillo en ocasiones, como ciego en otras de la entidad genocida israelí. Un análisis que continuará en la parte II de este artículo.

Por Pablo Jofré Leal

Periodista. Analista Internacional.

Artículo para HispanTV

  1. En árabe, Handala (حنظلة) se refiere a la coloquíntida, una planta de raíces profundas t fruto amargo, que está profundamente enraizada en la t9ierra. Como símbolo palestino, representa la resistencia, resiliencia y la lucha constante del pueblo palestino por sus derechos, por evitar su exterminio y desarraigo. Por volver aquellos que son refugiados. Personificado por un niño que siempre da la espalda, negándose a olvidar sus raíces y el derecho a volver a su hogar. 
  2.  https://www.dw.com/es/conferencia-de-wannsee-el-gui%C3%B3n-del-holocausto/a-37195154
  3. Dentro de ese plan de solución final los niños y niña palestinos tiene una importancia fundamental en el delirio criminal del nazisionismo, muy similar a aquella idea expresada por la propia jerarquía nazi juzgada en Núremberg cuando se le interrogaba por qué los niños también eran asesinados mediante el fusilamiento, las cámaras de gas u otros métodos ideados por el tercer Reich y llevado a cabo por los llamados Einsatzgruppen (grupos móviles de matanza). El mencionado libro de Goldstein nos muestra la abrumadora y terribles similitudes entre los actos barbáricos del nacionalsocialismo y aquellos que durante 76 años han llevado a la práctica sus aprendices, el nacionalsionismo. Un pretexto definido como la necesidad de exterminar cruelmente toda oposición o resistencia, real o supuesta, para así impedir el sueño megalómano y delirante de un destino manifiesto autodefinido. “Todo germen de oposición debía ser destruido. Otto Ohlendorf, quien antes de convertirse en asesino fue profesor de un colegio, estudió derecho y economía. Este general de los grupos de matanza, en respuesta a una pregunta sobre la necesidad de matar a los niños judíos, dio esta explicación: “…cierto que es muy simple explicarla si uno parte del hecho que esta orden trataba de lograr la seguridad permanente, porque los niños crecerían y seguramente, siendo niños de padres que han sido asesinados, constituirían un peligro no menor que el de sus padres” https://www.telesurtv.net/blogs/alemania-nazi-e-israel-sionista-dos-regimenes-genocidas/
  4. En el marco de los llamados Acuerdo de Oslo el gobierno de la época (bajo la administración de Bill Clinton) reflotó la idea de promover la cooperación regional y sobre todo la seguridad israelí, lo que incluía apoyo a la gestión de recursos hídricos y desarrollo, donde se inscribía este proyecto del canal ben Gurión. Esto, recordando que, en julio de 1963, HD Maccabee, del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore, bajo contrato con el Departamento de Energía de Estados Unidos, redactó un memorando que exploraba la posibilidad de utilizar 520 explosiones nucleares subterráneas para ayudar a excavar unos 250 kilómetros de canales a través del desierto del Néguev. El documento se mantuvo en secreto hasta 1993. Idea que volvería a resurgir bajo la firma de los llamados Acuerdos de Abraham entre el sionismo y los Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Marruecos y Sudán
  5. https://www.eurasiareview.com/17112023-the-ben-gurion-canal-israels-potential-revolutionary-alternative-to-suez-analysis/