Durante un acto en Beirut celebrado el martes con motivo de la firma de la traducción al árabe del libro “El Poder de la Negociación”, Seyed Abás Araqchi se ha referido a la propuesta enviada por Estados Unidos a Irán en el marco de sus diálogos indirectos emprendidos en abril con el propósito de alcanzar un acuerdo nuclear y el consiguiente levantamiento de sanciones al país persa.
“El documento recibido está lleno de ambigüedades y preguntas sin resolver. Muchos puntos no están claros”, ha afirmado el jefe de la diplomacia de Irán y ha agregado que Teherán dará una respuesta “precisa y firme” en los próximos días, basada en sus principios y en los intereses nacionales.
Conforme a Araqchi, el enriquecimiento de uranio dentro del territorio iraní es una “línea roja” innegociable, que se ha logrado con enormes sacrificios del pueblo iraní, soportando duras sanciones estadounidenses durante más de 20 años.
Reafirmando el compromiso de Irán con su programa nuclear pacífico, Araqchi ha hecho hincapié en que “hoy el enriquecimiento es un motivo de orgullo nacional y un logro científico alcanzado por nuestros expertos. No es algo importado que pueda abandonarse fácilmente”, ha agregado.
Ha hecho referencia al primer gobierno de Donald Trump de intentar imponer una política de “máxima presión” contra Irán, no solo de carácter económico sino también militar y, en este contexto, plantear al Líder de la República Islámica de Irán negociaciones. “Es evidente que las negociaciones en tales circunstancias no pueden ser una verdadera negociación desde una posición de igualdad, sino más bien una especie de negociación de rendición”, ha señalado.
De ahí que, conforme ha dicho Araqchi, la República Islámica de Irán rechazó las negociaciones directas que Trump tenía en mente y anunció que “no negociaremos bajo las condiciones que determine Estados Unidos, sino que entablaremos negociaciones bajo las condiciones que nosotros mismos definamos”, y estas condiciones incluían negociaciones indirectas.
Desde la primera quincena del pasado abril, Irán y Estados Unidos han mantenido cinco rondas de conversaciones indirectas con el objetivo de alcanzar un acuerdo sobre el programa nuclear iraní y el levantamiento de las sanciones impuestas a Teherán.
Sin embargo, estos diálogos se han visto empañados por medidas contradictorias, como la imposición de sanciones, retóricas amenazantes o exigencias excesivas por parte de Washington. En una última exigencia, las autoridades estadounidenses hablan de no permitir el enriquecimiento de uranio a Irán, país que defiende este derecho como miembro responsable del Tratado de No Proliferación (TNP).
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