El portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas (ACNUDH), Rupert Colville, dijo el martes que las prisiones abarrotadas y antihigiénicas de EE.UU. y el resto del continente americano y el incremento de los contagios de coronavirus en estos centros son una fuente de “grave preocupación”.
“En muchos países de Latinoamérica, hay situaciones de hacinamiento muy serias (…) Es un problema crónico en el continente y en algunos casos puede ser letal”, afirmó Colville en declaraciones a la prensa vía una videoconferencia en Ginebra (Suiza).
Según el vocero, en algunos países, los niveles de sobrecapacidad llegan hasta el 500 % y, además, las recientes detenciones por infracciones a las medidas dispuestas para frenar el brote del nuevo coronavirus, causante de la enfermedad COVID-19, en lugares como Perú han agravado la situación.
Respecto a la situación en las cárceles de Estados Unidos, Colville apuntó a los miles de casos detectados en prisiones de las ciudades de Nueva York y Chicago.
Ante tal coyuntura, el funcionario de las Naciones Unidas pidió a los países de este continente que mejoren las condiciones sanitarias de las cárceles, así como un amplio acceso a las pruebas de diagnóstico en medio de la crisis epidemiológica.
Un reciente informe publicado el viernes por el portal estadounidense The Intercept revela que las cárceles federales de EE.UU. destruyen intencionadamente registros médicos y ocultan datos sobre casos positivos de coronavirus.
No solo en las cárceles, sino en todo el país norteamericano, la gestión de Washington de la crisis provocada por la COVID-19 ha desatado una ola de críticas; un gran número de ciudadanos y gobernadores ha alertado de las consecuencias catastróficas de la pandemia.
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