• La portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, Maria Zajarova.
Publicada: jueves, 25 de diciembre de 2025 19:16

Rusia ha condenado el “caos legal” en el mar Caribe y ha acusado a EE.UU. de “piratería” tras la incautación de buques venezolanos, reiterando su apoyo a la soberanía de Venezuela.

En declaraciones durante una rueda de prensa en Moscú, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajarova, ha ratificado asimismo el respaldo de Moscú al Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, frente a lo que ambos países consideran acciones unilateralistas de Washington.

Rusia denunció que las operaciones de EE.UU. han derivado en la incautación de al menos tres petroleros venezolanos en aguas del Caribe, calificando tales medidas de “revivir prácticas de piratería, asaltos y bandidaje” bajo la apariencia de esfuerzos contra el narcotráfico o evasión de sanciones. La vocera rusa aseguró que estas acciones se traducen en un verdadero “caos legal” que amenaza la libertad de navegación y contraviene las normas del derecho marítimo internacional.

La diplomática ha señalado que Rusia “condena firmemente estos acontecimientos” y ha pedido que se restablezca un marco de legalidad y orden en el Caribe, apelando al “pragmatismo y racionalidad” del presidente estadounidense, Donald Trump, para encontrar soluciones que respeten los compromisos del derecho internacional. Moscú insistió en que América Latina y el Caribe deben mantenerse como una “zona de paz”, tal como fue proclamado en 2014.

 

En el mismo contexto, la posición rusa enfatiza que el apoyo a Venezuela responde a su derecho soberano de proteger sus recursos energéticos y su desarrollo estable ante la presión externa. Tanto Caracas como Moscú han argumentado que las recientes medidas estadounidenses constituyen una forma de agresión económica y política destinada a desestabilizar al gobierno bolivariano, una acusación que ha sido repetida por otros aliados internacionales.

Las tensiones han escalado en las últimas semanas: EE.UU. ha interceptado y bloqueado buques petroleros venezolanos en el mar Caribe, justificando sus acciones como parte de la lucha contra el narcotráfico y la evasión de sanciones. El propio gobierno venezolano ha elevado estas quejas ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), calificando las acciones estadounidenses de agresiones sistemáticas contra su comercio marítimo.

Aliados como Rusia, China e Irán han expresado su apoyo diplomático a Caracas, denunciando las medidas de Washington ante foros internacionales y subrayando la necesidad de respetar la soberanía y la estabilidad regional. Estas alianzas han profundizado la confrontación geopolítica en torno a Venezuela, con implicaciones directas para la seguridad energética global y la política exterior en el hemisferio occidental.

Desde agosto, EE.UU. mantiene un amplio despliegue aeronaval en el mar Caribe cerca de las costas venezolanas, por lo que ha descrito operaciones contra el narcotráfico. En este marco, ha destruido unas 30 supuestas lanchas y asesinado a unas 104 personas; sin embargo, informes alertan que ninguna de las personas asesinadas representaba una amenaza inmediata que justificara el uso de fuerza letal.

El Gobierno venezolano, por su parte, ha denunciado que el bloqueo naval y la confiscación de crudo forman parte de una estrategia de cambio de régimen impulsada por Estados Unidos, con el objetivo de apropiarse de las vastas reservas petroleras del país sudamericano.

mrt/rba