“Los europeos propusieron condiciones que ninguna persona racional aceptaría”, declaró el jueves el secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, Ali Lariyani, en una entrevista concedida a la emisora nacional iraní IRIB, añadiendo que la República Islámica se mantuvo firme frente a las demandas excesivas del trío europeo, es decir, Francia, el Reino Unido y Alemania.
Explicó que los tres países europeos, signatarios del acuerdo nuclear de 2015, habían exigido un “nuevo diseño” para la cooperación con la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) a cambio de retirar su solicitud de activar el mecanismo ‘snapback’, o el reinicio rápido de sanciones a Irán.
El llamado proceso snapback, invocado el 28 de agosto, reimpondrá automáticamente todas las sanciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) contra Irán antes del 28 de septiembre, a menos que se alcance un nuevo acuerdo sobre el programa nuclear iraní.
“Nos dijeron que, si rediseñaban la cooperación con la AIEA, retiraríamos la solicitud de reimplantación. Esto significó que tuvimos que establecer un sistema completamente nuevo porque los centros nucleares fueron bombardeados”, declaró Lariyani, haciendo referencia a las agresiones de 12 días realizadas en junio por Israel y Estados Unidos contra el suelo iraní.
Esta fue la primera vez en la historia que las instalaciones nucleares de un país signatario del Tratado de No Proliferación (TNP) Nuclear sufrieron un ataque militar sin obtener permiso del director general de la AIEA, de la Junta de Gobernadores de la Agencia, ni del Consejo de Seguridad.
Las agresiones israelíes contra el suelo iraní, iniciadas el 13 de junio, fueron posteriormente acompañadas de ataques aéreos ilegales estadounidenses contra tres instalaciones nucleares clave de Irán bajo la supervisión de la AIEA.
Lariyani afirmó que Irán estaba preparado, “si las condiciones de seguridad lo permiten”, para permitir las inspecciones de los centros nucleares con precauciones. Aseguró que el acuerdo alcanzado en El Cairo con la AIEA el 9 de septiembre era “ampliamente aceptable”, pero que, aun así, los Estados europeos no retiraron su solicitud de activación del snapback.
En este sentido, dijo que Rusia había propuesto un retraso de seis meses en la activación del snapback para permitir las negociaciones; Teherán aceptó la propuesta. Añadió que los europeos propusieron otras condiciones, incluyendo conversaciones con Estados Unidos. “Es interesante que la condición de Europa fuera que negociáramos con EE.UU. Eso demuestra el peso real de estos países”, señaló.
Sobre la propuesta del diálogo de Europa, Lariyani dijo que Irán estaba dispuesto a negociar en un formato 5+1 (EE.UU., Francia, el Reino Unido, Rusia y China, más Alemania), pero los europeos se negaron y afirmaron que el asunto se llevaría al Consejo de Seguridad.
Irán jamás acepta reducir su capacidad misilística
Denunció que Washington no solo buscaba reactivar las conversaciones nucleares, sino también en ampliarlas para abarcar el programa de misiles iraní, una línea roja de Teherán “Si se dice que la negociación debe terminar con lo que ellos quieren, ninguna persona sensata lo aceptará”, afirmó, añadiendo que Irán se opondría firmemente a los intentos de reducir su capacidad misilística.
Detalló que Estados Unidos y sus aliados habían exigido específicamente a Irán que redujera el alcance de sus misiles a menos de 500 kilómetros. “Esta condición significa que quieren quitarnos la única capacidad defensiva o disuasoria significativa que tenemos. Naturalmente, Irán se resistirá a tal condición y no solo se resistirá, sino que responderá con firmeza”, dijo.
Aclaró que, en principio, Irán no se opone a las negociaciones, pero tampoco acepta las demandas excesivas de la contraparte.
Posible activación de snapback no justifica una acción militar contra Irán
En otro momento de la entrevista, el máximo responsable de seguridad nacional de Irán señaló además que el mecanismo de reimposición rápida no puede justificar una acción militar contra Irán. “Este mecanismo no legitima en absoluto las operaciones militares porque ninguna de estas resoluciones hace referencia alguna a la acción militar”, afirmó.
Reconoció, sin embargo, que algunos países, especialmente Estados Unidos, podrían ignorar las restricciones legales como lo habían hecho anteriormente, incluso en la guerra de 12 días de junio.
En esta línea, afirmó que Irán mantendría y fortalecería su preparación militar y su capacidad de disuasión, y señaló que las evaluaciones posbélicas habían identificado debilidades que debían corregirse y fortalezas que debían aprovecharse. “Hoy en día, las fuerzas armadas gozan de un buen poder disuasorio y los avances en este ámbito son satisfactorios”, afirmó.
Lariyani reiteró que, si bien Irán se ha mostrado abierto al diálogo, no puede aceptar condiciones que socaven su defensa ni le nieguen los derechos nucleares reconocidos en acuerdos anteriores. “Si insisten en exigencias irrazonables, como restringir nuestro programa de misiles o prohibir el enriquecimiento, debemos oponernos a ellas”, concluyó.
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