El asesor de prensa de la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina (UNRWA), Adnan Abu Hasna, ha anunciado este martes que si bien la cantidad de ayuda que entra en el territorio asediado “ha aumentado nominalmente” desde el pasado 10 de octubre, cuando entró en vigor el alto el fuego, el flujo sigue estando muy por debajo del nivel necesario para satisfacer las abrumadoras necesidades de una población devastada por dos años de genocidio y bloqueo.
En virtud de la tregua, Israel debía permitir el paso de 600 camiones diarios con ayuda a Gaza. Sin embargo, días después de la implementación del acuerdo, el régimen israelí frenó el envío de la ayuda, notificando a la ONU que solo permitiría la entrada de 300 camiones al día al enclave costero.
Abu Hasna afirmó que, desde entonces, el régimen de Tel Aviv ha impedido la entrada de artículos esenciales, como suministros médicos, agua, equipos de saneamiento y alimentos básicos, en clara violación de la tregua.
El envío que Israel retiene también contiene cientos de miles de tiendas de campaña y mantas destinadas a los 1,3 millones de palestinos desplazados en todo el territorio.
“Lo que se ha permitido es la entrada de un número limitado de camiones con productos comerciales”, ha declarado Abu Hasna, añadiendo que el 95% de la población de Gaza depende completamente de la ayuda humanitaria y no puede permitirse comprar artículos comerciales, ni siquiera si llegan al mercado.
La mayoría de las familias, afirma el responsable de la UNRWA, ha perdido todo poder adquisitivo, dejando la ayuda como su único medio de supervivencia.
La UNRWA afirma que sigue negociando el acceso a los cargamentos incautados, pero advierte que la situación se está volviendo inmanejable. El organismo advierte además que la prolongación de esta situación solo agravará las crisis humanitarias de manera sin precedentes en la franja devastada.
Mientras tanto, organizaciones de derechos humanos advierten que la escasez de alimentos, agua potable, medicamentos y refugio ha llevado a Gaza al borde de la hambruna.
Grupos como Amnistía Internacional, Human Rights Watch y Euro-Med Monitor han advertido repetidamente a Israel contra el uso de la hambruna como método de guerra, obstruyendo la ayuda y destruyendo infraestructura esencial.
La ONU ha dejado claro que las agencias humanitarias necesitan acceso a al menos 500 camiones al día para estabilizar las condiciones en Gaza, pero la tasa actual de entrada sigue siendo una fracción de esa cifra.
Las agencias de ayuda también han advertido que, sin la liberación de los miles de camiones estancados, la ya catastrófica crisis humanitaria de Gaza seguirá deteriorándose, con hospitales incapaces de funcionar, familias desplazadas sin refugio y enfermedades propagándose rápidamente a través de campamentos superpoblados.
ftm/rba
