El Comisionado General de la Agencia de las Naciones Unidas para la Ayuda a los Refugiados de Palestina (UNRWA), Philippe Lazzarini, ha declarado que los recientemente establecidos centros de distribución de ayuda gestionados por la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, por sus siglas en inglés), con respaldo estadounidense, se han convertido en “trampas mortales” para civiles hambrientos en el territorio sitiado.
Lazzarini formuló estas declaraciones en una publicación en su cuenta oficial de X el domingo, tras los ataques perpetrados ese mismo día por el régimen israelí contra dos de dichos centros de distribución en Gaza, que dejaron decenas de muertos entre la población palestina.
El alto funcionario de la ONU condenó además el modelo de entrega y distribución de ayuda impuesto por el régimen israelí con el respaldo de Estados Unidos, afirmando: “Este sistema humillante ha obligado a miles de personas desesperadas y hambrientas a recorrer decenas de kilómetros hasta zonas prácticamente arrasadas por los intensos bombardeos del ejército israelí”.
Lazzarini subrayó que la asistencia humanitaria debe ser entregada a gran escala y en condiciones de seguridad, y enfatizó que tal operación solo puede llevarse a cabo a través de las Naciones Unidas, incluyendo a la UNRWA.
Asimismo, instó a Israel a levantar el bloqueo sobre la Franja de Gaza y permitir el acceso seguro y sin restricciones de la ayuda humanitaria al enclave asediado, remarcando que esta es la única vía para evitar una hambruna masiva, que incluye a más de un millón de niños.
“Ante la proliferación de narrativas en competencia y campañas de desinformación, es imperativo permitir el ingreso de medios internacionales a Gaza, con el fin de informar de manera independiente sobre las atrocidades en curso, incluido el atroz crimen cometido esta mañana,” añadió.
En la madrugada del domingo, las fuerzas israelíes abrieron fuego contra un centro de la GHF en la ciudad de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, provocando la muerte de al menos 40 personas y heridas a otras 150.
Poco después, se informó de la muerte de otro ciudadano palestino en un tiroteo contra un punto de distribución de la GHF en Ciudad de Gaza, al sur del llamado Corredor de Netzarim.
Los centros de ayuda respaldados por EE.UU. comenzaron a operar en la Franja de Gaza el lunes anterior. A primeras horas del martes, mientras miles de palestinos hacían fila para recibir asistencia, las fuerzas israelíes abrieron fuego, matando a tres personas e hiriendo a decenas más.
La GHF indicó que el miércoles se habilitó un segundo centro de distribución; ese mismo día, las fuerzas israelíes volvieron a disparar contra solicitantes de ayuda en uno de sus centros al oeste de Rafah, causando la muerte de al menos seis personas.
En un comunicado emitido el domingo, la Oficina de Medios del Gobierno de Gaza denunció que, en menos de una semana, el régimen israelí ha matado a 50 personas y herido a cientos en los sitios operados por la GHF.
Ese mismo día, el Ministerio de Salud de Gaza declaró que los centros de distribución de ayuda de la GHF se han convertido en “trampas mortales israelíes”, y añadió que representan un nuevo mecanismo para el desplazamiento forzado de la población palestina.
En una declaración publicada en Telegram, el Ministerio informó que todas las víctimas que llegaron a los hospitales tras el ataque del domingo en Rafah presentaban impactos de bala en la cabeza o el pecho, lo que, según la entidad, confirma “la determinación israelí de asesinar brutalmente a civiles”.
Munir al-Barsh, director general del Ministerio de Salud en Gaza, condenó “el silencio internacional frente a las masacres que se están cometiendo contra los residentes hambrientos de la Franja de Gaza”, y advirtió que la severa escasez de insumos médicos ha generado “condiciones críticas” en los hospitales del enclave.
Añadió que actualmente 3000 camiones con suministros médicos de primera necesidad están retenidos en la frontera, acusando a Israel de “propagar deliberadamente enfermedades infecciosas y epidemias” mediante el mantenimiento del asedio.
La crisis humanitaria en Gaza se ha agravado de forma drástica desde el 18 de marzo, cuando el régimen israelí violó el acuerdo de alto el fuego con el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS).
De acuerdo con la Clasificación Integrada de las Fases de Seguridad Alimentaria (IPC, por sus siglas en inglés), respaldada por la ONU, Gaza se encuentra en fase 5 de hambruna, y cerca de 71 000 niños menores de cinco años están en riesgo de desnutrición aguda.
hnb