El régimen israelí ha aprobado un nuevo plan expansionista que se apunta contra las escuelas palestinas administradas por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés) en Al-Quds (Jerusalén).
En virtud del plan, Israel cerrará los centros palestinos de educación en varios barrios árabes de la ciudad y abrirá los suyos con su propio currículum escolar.
El Ministerio palestino ha condenado este jueves la medida y ha denunciado que el plan es “parte de una guerra del régimen de Tel Aviv” contra el derecho de los palestino al retorno.
La medida, de acuerdo con la Cartera, “es un nuevo paso hacia la imposición de la programación didáctica israelí a los palestinos y forma parte de planes israelíes para judaizar la ciudad”.
La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) ha compartido el mismo punto de vista, considerando la medida como “parte de la guerra contra los derechos de los palestinos” y “un asalto a las instituciones multilaterales, así como del derecho internacional”.
“Como una fuerza de ocupación, Israel no tiene soberanía ni jurisdicción sobre ni una pulgada del territorio palestino, incluido Al-Quds”, ha afirmado Hanán Ashrawi, miembro del Comité Ejecutivo de OLP, antes de mencionar que Israel “tiene que” cesar todas las medidas “ilegales y provocativas” que adopta en Al-Quds ocupada, incluida su campaña contra las agencias internacionales que prestan servicios a los palestinos.
Palestina denunció en octubre de 2018, que Israel falsificaba el currículo utilizado en las escuelas palestinas de Al-Quds. Como ejemplo de dicha distorsión, recordó que los israelíes quitaron tanto la bandera palestina como el nombre del Estado de Palestina y su logotipo, compuesto por la figura de un águila, de todas las portadas de libros.
Las medidas coercitivas de Israel no se reducen en Al-Quds. La organización pro derechos humanos Human Rights Watch (HRW) denunció también que Israel les ha negado reiteradamente a los palestinos los permisos para construir escuelas en Cisjordania y ha demolido las escuelas. De igual modo, advierte de que tal práctica no solo impide que los niños accedan a una educación, sino que puede ser calificada de “un crimen internacional” y “de guerra”.
ask/lvs/nlr/mjs