Karim Aliwi, miembro de la coalición iraquí Al-Fath, en una entrevista publicada este sábado por el sitio web de noticias Al-Araby Al-Jadeed, ha afirmado que Estados Unidos tiene planeado atacar a líderes y posiciones de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe).
Ha revelado, además, que las tropas estadounidenses se han mudado de algunas bases a otras mayores. Los han agrupado en sus bases principales para mayor protección, porque los comandantes norteamericanos temen que, si sus soldados se quedan en las bases pequeñas, serán blanco de los disparos de los grupos de la resistencia iraquí.
“Las fuerzas estadounidenses, antes de atacar las bases militares de Irak, también han fortificado su embajada en Bagdad [la capital] como medida de prevención”, pues esperan la respuesta de la resistencia iraquí, explica
Aliwi ha señalado que los estadounidenses saben que cualquier ataque a los grupos de la resistencia y a Al-Hashad Al-Shabi tendrá respuesta, y por eso intentan proteger a sus fuerzas de los misiles de la resistencia.
El integrante de Al-Fath, una de las facciones políticas iraquíes con mayor número de diputados, afirma que las tropas estadounidenses no se han retirado de Irak, solo se han reubicado en bases claves como Ain al-Asad y Harir.
El Movimiento de Resistencia Islámica de Irak, conocido como Kataeb Hezbolá, anunció el miércoles que EE.UU. ha urdido un nuevo plan para lanzar una operación contra las posiciones de las organizaciones de inteligencia de Al-Hashad Al-Shabi y la Resistencia Islámica. Advirtió, además, de que si la resistencia iraquí es atacada, se vengará, atacando todas las instalaciones militares y económicas de EE.UU. en Irak, que se encuentran al alcance de los misiles de Hezbolá.
EE.UU. invadió Irak en 2003 y desde entonces mantiene una presencia ilegal en el país árabe. Actualmente ha aumentado sus agresiones a las fuerzas populares, cuerpo militar integrado oficialmente en las Fuerzas Armadas de Irak.
Los movimientos de la resistencia iraquí denuncian, a su vez, que los ataques sistemáticos de Washington a las tropas y efectivos del Ejército del país árabe significan “una declaración de guerra” contra Irak y prometen venganza.
Las fuerzas populares son, de hecho, una piedra en el zapato de los estadounidenses, pues están neutralizando los complots de Washington en Irak que, por ejemplo, apoya subrepticiamente a los terroristas de EIIL (Daesh, en árabe) para justificar la presencia de sus tropas en Irak en el marco de la coalición anti-EIIL.
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