• Expertos reúnen pruebas y muestras en un lugar de la ciudad británica de Salisbury, donde fueron envenenados los Skripal, 16 de marzo de 2018.
Publicada: viernes, 4 de mayo de 2018 15:15

El presidente de la República Checa, Milos Zeman, revela que su país probó en noviembre pasado una sustancia parecida a la que se usó en el ataque al ex agente doble ruso Serguéi Skripal y su hija, lo que según Rusia desmonta las acusaciones del Reino Unido contra Moscú.

La prueba del agente nervioso A230 se hizo en el Instituto de Investigación Militar del Ministerio checo de Defensa en la ciudad suroriental de Brno, ha indicado Zeman hoy viernes en una entrevista con TV Barrandov que recoge el portal iDNES.

Citando información no clasificada de los Servicios de Seguridad e Inteligencia (BIS, por sus siglas en checo) del país, el mandatario ha indicado que el veneno A230 se fabricó en cantidades pequeñas y luego se destruyó. 

Según el BIS, la mencionada sustancia tóxica no es el famoso Novichok. Zeman, sin embargo, da más credibilidad al juicio de la inteligencia militar, que según él tiene acceso a más datos sobre el asunto.

“Mi conclusión es la siguiente: fabricamos y probamos el Novichok, aunque en cantidades pequeñas, y luego lo destruimos. Sabemos cuándo y dónde tuvo lugar y sería hipócrita pretender que no pasó nada parecido”, ha dicho Zeman, quien considera que “no hay razón para mentir”.

Mi conclusión es la siguiente: fabricamos y probamos el Novichok, aunque en cantidades pequeñas, y luego lo destruimos. Sabemos cuándo y dónde tuvo lugar y sería hipócrita pretender que no pasó nada parecido”, declara el presidente de la República Checa, Milos Zeman.

 

La portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, ha expresado tras darse a conocer la noticia la esperanza de que Londres acepte que el agente nervioso paralizante al que llama Novichok (catalogado como A230) se produjo en Chequia, y ha llamado a otros países con capacidad de producir esta sustancia a declarar si lo fabricaron.

Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha considerado las declaraciones de Zeman sobre la producción en su país de un tóxico análogo al Novichok como una muestra de la inconsistencia de las acusaciones de Londres a Rusia.

El pasado 4 de marzo, el ex agente ruso Skripal y su hija Yulia fueron envenenados en territorio británico con un agente nervioso de tipo Novichok. Londres ha acusado a Moscú de este suceso sin presentar hasta el momento ningún fundamento de lo que afirma.

El Gobierno ruso ha rechazado en repetidas ocasiones tener algo que ver con el ataque y ha denunciado que Londres destruye sistemáticamente las pruebas. Además, asegura que unos 20 países pueden fabricar sustancias similares al Novichok.

El envenenamiento y las posteriores acusaciones provocaron una crisis diplomática entre el Reino Unido y Rusia, que ha desembocado en la expulsión de decenas de diplomáticos rusos de más de 20 países que avalan la posición británica.

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