“Estamos en un camino constructivo. No soy ni optimista ni pesimista. Ese es el espíritu con el que he vuelto de Teherán (capital iraní)”, afirmó este lunes el director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) al inicio de la sesión de la Junta de Gobernadores de la AIEA en Viena, capital de Austria.
Grossi que hizo estas declaraciones en referencia a sus conversaciones el viernes y sábado pasado en Teherán sobre la solución de cuestiones pendientes con Irán, puso de relieve que “Tenemos una buena oportunidad, pero no puedo dar garantías”.
“Estas reuniones de alto nivel abordaron la importancia de dar pasos para facilitar una mejora de la cooperación y acelerar lo necesario para solucionar los asuntos pendientes en materia de salvaguardas”, manifestó.
Tras apuntar que el acuerdo alcanzado con Irán sobre mecanismos de control es “muy importante”, el máximo responsable de la AIEA notificó que los inspectores del organismo internacional viajarán pronto a Irán para una serie de discusiones técnicas.
El director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica aparentemente se ha retractado de sus comentarios anteriores vertidos el sábado sobre llegar a un buen acuerdo con Irán sobre la solución de cuestiones pendientes tras su reciente visita a Teherán.
De hecho, Grossi señaló tres cuestiones importantes relacionadas con el programa de energía nuclear de Irán, incluida la instalación nuclear de Fordo, la evaluación de los datos obtenidos de los equipos de vigilancia y la implementación del Acuerdo de Salvaguardias Integrales.
Los comentarios del máximo responsable de la AIEA tuvo lugar dos días después de que visitó Irán y se reunió con el jefe de la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI), Mohamad Eslami, el presidente Seyed Ebrahim Raisi y el ministro de Asuntos Exteriores, Hosein Amir Abdolahian, para abordar el programa de energía nuclear pacífico del país.
Al final de la visita de dos días, Grossi y Eslami emitieron una declaración conjunta en la que las dos partes acordaron tomar medidas destinadas a facilitar una mayor cooperación y acelerar la resolución de los problemas de salvaguardias pendientes.
Ambas partes también acordaron que la interacción bilateral se llevara a cabo con un espíritu de colaboración y en plena conformidad con las competencias del AIEA y los derechos y obligaciones de Irán con base en el Acuerdo de Salvaguardias Integrales.
Además, Irán expresó en la declaración su disposición a “permitir que la AIEA implemente más actividades apropiadas de verificación y monitoreo” de forma voluntaria.
“Durante el viaje técnico que precedió a mi visita, hubo una serie de cosas que se acordaron pero que necesitaban un poco de consolidación y confirmación”, dijo Grossi en la rueda de prensa del lunes.
En cuanto a la provisión de Irán de acceso a sitios, personas de interés y lugares para la implementación de las salvaguardas, Grossi dijo: “Estamos discutiendo todas estas cosas con Irán. Es correcto que no pusimos las cosas en papel. Estamos discutiendo”.
Sus declaraciones, según los analistas, contradecían lo que ya había dicho en el comunicado del sábado.
También sobre el tema del acuerdo con Irán para reinstalar todo el equipo de monitoreo adicional, como las cámaras de vigilancia que se retiraron el año pasado cuando el acuerdo se deshizo luego de la retirada de Estados Unidos del acuerdo nuclear, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus silgas en inglés) en 2018, Grossi puso de manifiesto que “Tendremos que discutir... esto, ¿cómo lo hacemos?”.
Grossi, por lo tanto, admitió que este y otros temas dependerían en gran medida de futuras conversaciones técnicas y estaban lejos de ser definidos.
Grossi había dado el sábado un claro “Sí” cuando se le preguntó si Irán volvería a instalar todas las cámaras y equipos que había retirado en junio pasado.
El director general de la AIEA también afirmó que no había acuerdo en este momento sobre que Irán entregue imágenes y datos anteriores tomados por cámaras y otros equipos en los sitios relacionados con la energía nuclear. “Hay ciertas cosas que debemos aclarar”, aseveró.
El portavoz de la Organización de la Energía Atómica de Irán, Behruz Kamalvandi, también rechazó el domingo las acusaciones de que Irán había accedido a dar acceso a la agencia a ciertas personas de interés. “Durante los dos días que el Sr. Grossi y la delegación que lo acompañaba estuvieron en Irán, no hubo discusión sobre el acceso a las personas y no se ha elaborado ningún texto sobre este tema”, puntualizó.
Sobre las investigaciones de salvaguardias, Grossi no pudo corroborar su declaración del sábado de que la Agencia tendría acceso a información, personas y lugares para sus inspectores de Irán. “Siento que hay un entendimiento” para dar a la agencia un amplio acceso, señaló.
Grossi no pudo confirmar que Irán se haya comprometido a permitir el acceso de la agencia a una lista de lugares y personas específicos.
“No podemos darles en este momento listas completas de fechas, lugares, personas. Sería imposible”, adujo Grossi visiblemente irritado el lunes, cuando un reportero le pidió claridad sobre la implementación de las salvaguardias. “¿Por qué no nos dejas hacer nuestro trabajo?” preguntó enojado.
Cuando se le preguntó sobre el firme compromiso de Irán con la evaluación de los datos del equipo de monitoreo en su posesión bajo el acuerdo nuclear de 2015, Grossi acentuó que “Diría en términos generales ‘Sí’, pero hay ciertas modalidades que necesitan ser acordadas”.
Su comentario contrastó con sus declaraciones anteriores en las que había subrayado la estricta observancia de las obligaciones relacionadas con el JCPOA por parte de la República Islámica.
Irán y la AIEA se encuentran actualmente en una disputa provocada por las acusaciones de la Agencia, influenciadas por el régimen de Israel, contra las actividades nucleares pacíficas de Teherán. La AIEA insiste en investigar lo que el organismo afirma que son “rastros de uranio” encontrados en “sitios nucleares no declarados” en Irán.
El tema se ha convertido en un punto de conflicto clave en las conversaciones destinadas a salvar el pacto nuclear, que permanecen estancadas desde agosto pasado. Irán ha descartado la investigación como “motivada políticamente”.
hnb