• El director general de la AIEA, Rafael Grossi, en una conferencia de prensa en Teherán, 4 de marzo de 2023. (Foto: YJC)
Publicada: sábado, 4 de marzo de 2023 14:00

El director general de la AIEA rechaza las amenazas antiraníes de EE.UU. e Israel, y tilda de “ilegal” cualquier acción militar contra los sitios nucleares.

En declaraciones ofrecidas hoy sábado durante una rueda de prensa conjunta en Teherán, capital de Irán, el jefe de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Rafael Grossi, ha precisado que el organismo considera “ilegal” cualquier acción militar contra las instalaciones nucleares.

Hay dos temas separados en este sentido. En primer lugar, lamentablemente los ataques a las plantas de energía nuclear se han vuelto comunes (...). En segundo lugar, estos ataques han sido condenados durante las conferencias públicas de la Agencia. Entonces, creo que los ataques a las instalaciones nucleares son totalmente condenados e ilegales”, ha recalcado.

En cuanto a los planes de la Agencia con respecto a las actividades nucleares de Israel, Grossi ha señalado que las inspecciones de la AIEA se basan en acuerdos alcanzados con los países miembros, entre ellos el Tratado de No Proliferación (TNP) nuclear, pacto que el régimen israelí se niega a integrar. “En mi opinión, todos los países deberían adherirse al TNP”, ha agregado.

 

Israel mantiene una política de ambigüedad deliberada sobre sus armas nucleares, que podrían formar un arsenal de entre 200 y 400 ojivas nucleares, lo que lo convierte en el único poseedor de armas no convencionales en Asia Occidental.

Lo que ha animado al régimen de Tel Aviv a acelerar sus actividades nucleares, según los observadores, es el apoyo de Estados Unidos y Europa, los más críticos con el programa nuclear pacífico de Irán, país que a diferencia de Israel es un signatario del TNP y la AIEA no ha reportado ninguna desviación hacia fines militares en su programa nuclear.

La visita de Grossi se produce después de que un informe de la AIEA indicara esta semana que encontraron supuestas partículas de uranio enriquecido al 83,7 %, muy cerca del 90 % requerido para fabricar una bomba atómica, en la planta de Fordo, a unos 100 km al sur de Teherán.

A pesar de que Irán ha cooperado plenamente con la AIEA, abriendo sus instalaciones nucleares para inspecciones periódicas e informando indefectiblemente a la Agencia sobre sus actividades de enriquecimiento, el país ha estado irrazonablemente sujeto a ataques despiadados de naturaleza política.

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