En una ceremonia, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán, el general de división Mohamad Baqeri, ha inaugurado este sábado la línea de producción masiva de avanzados misiles portátiles para la defensa aérea de Irán, así como la instalación de plantas de producción de combustible compuesto sólido, el cual se suministrará a todos los misiles tierra-aire del país persa.
“La experiencia de cuatro décadas […] nos ha enseñado que la única forma de desarrollar el país y ejecutar los nobles objetivos de la Revolución Islámica es volverse poderoso, y hoy el papel de la industria de defensa es decisivo en el poderío defensivo del país”, ha afirmado el general Baqeri.
El alto cargo militar ha detallado que la inaugurada línea de producción es, de hecho, una de las pocas líneas de producción de misiles de corto alcance en la región de Asia Occidental y, al utilizar las tecnologías avanzadas en los campos de láser, óptica y de guía y control, puede satisfacer las necesidades operativas de las Fuerzas Armadas de la República Islámica.
Asimismo, ha enfatizado Baqeri, los misiles producidos en el país persa se consideran un arma valiosa ante las amenazas del enemigo, dado que pueden ser utilizados en diversas situaciones tácticas.
“Estos misiles fueron importados de países extranjeros en las primeras generaciones, pero hoy su generación avanzada tiene un alcance de unos 5 kilómetros y en diferentes tipos, para hacer frente a objetivos a distintas velocidades”, ha indicado el militar persa y recordado que en el mundo solo tres o cuatro países tienen la capacidad de producir misiles portátiles avanzados, mientras que Irán “ha logrado plenamente dominar esta tecnología”.
En los últimos años, pese a enfrentar severas sanciones de EE.UU. y de otros países del Occidente, Irán ha logrado amplios avances en la industria defensiva, alcanzando la autosuficiencia en la producción de equipos y sistemas militares esenciales para su engranaje militar.
Entretanto, las Fuerzas Armadas iraníes aclaran que su capacidad militar no representa amenaza alguna para otros países, ya que su doctrina de defensa se basa en la disuasión, aunque advierten que responderán a la más mínima intención de socavar la seguridad de Irán, especialmente en el Golfo Pérsico, zona que es considerada una de las líneas rojas de la República Islámica.
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