Salma al-Shehab, quien criticaba en su cuenta de Twitter el trato que reciben las mujeres en Arabia Saudí, fue condenada esta semana a 34 años de cárcel —la pena de prisión más larga jamás impuesta a una activista por los derechos de las mujeres en el país—, y una prohibición de viaje por 34 años.
En reacción, la portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Liz Throssell, expresó el viernes consternación e instó a anular la condena.
“Urgimos a las autoridades saudíes a que dejen sin efecto su condena y liberarla de inmediato y de forma incondicional”, demandó por medio de un comunicado.
Throssell tachó la sentencia de “extraordinariamente larga” y de una muestra de “cómo las autoridades saudíes usan las leyes sobre terrorismo y cibercriminalidad para intimidar y vengarse de los defensores de los derechos humanos y cualquier voz disidente”.
🇸🇦 We are appalled by the harsh sentencing of #SalmaAlShehab in connection with tweets and retweets on political and human rights issues in #SaudiArabia. We urge the Saudi authorities to quash her conviction and release her immediately & unconditionally 👉 https://t.co/4ARoJNbIHn pic.twitter.com/BD14jlFv02
— UN Human Rights (@UNHumanRights) August 19, 2022
La nota exige, además la revisión de todas las condenas de misma índole contra cualquier ciudadano saudí, incluidas mujeres, periodistas y líderes religiosos.
La condena de Al-Shehab se enmarca en la campaña de represión saudí contra las voces críticas que se intensifica cada día más.
HRW exige a EEUU y Francia condenar públicamente a Arabia Saudí
A su vez, Sarah Yager, directora de la oficina en Washington de la oenegé Human Rights Watch (HRW), denunció la misma jornada que “las autoridades saudíes claramente se sienten con el derecho de aplastar cualquier disidencia y a las mujeres saudíes, en particular”.
Yagher arremetió contra países como Estados Unidos y Francia por “abrazar diplomáticamente al reino” y les exigió que condenaran pública y rápidamente el fallo.
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