• El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ofrece una conferencia de prensa en Moscú (capital de Rusia), 14 de diciembre de 2017.
Publicada: viernes, 26 de enero de 2018 14:05

El portavoz del Gobierno de Rusia, Dmitri Peskov, asegura que la venta de seis cazas Su-30 a Myanmar se realiza dentro de las normas internacionales y sin relación con la represión que ejerce Myanmar (Birmania) contra la minoría musulmana rohingya, rechazando así acusaciones de EE.UU. al respecto.

El viceministro de Defensa de Rusia, Alexandr Fomín, anunció el lunes un acuerdo de su país con Myanmar para el suministro de seis aviones de combate Su-30, así como que el Gobierno del país asiático ha expresado interés por comprar equipamiento militar ruso para tierra y mar.

Peskov reaccionaba este viernes con sus declaraciones a afirmaciones hechas tras ese anuncio por la portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Heather Nauert, que el miércoles dijo que esas ventas pueden empeorar situación actual del país del sudeste asiático.

“En la cooperación técnica militar, la Federación Rusa ha cumplido, cumple y cumplirá estrictamente todas las normas y principios del derecho internacional, por lo que no podemos tomar en consideración esa postura ni esas acusaciones”, ha asegurado el portavoz ruso.

En la cooperación técnica militar, la Federación Rusa ha cumplido, cumple y cumplirá estrictamente todas las normas y principios del derecho internacional, por lo que no podemos tomar en consideración esa postura y esas acusaciones (de EE.UU.)”, ha asegurado el portavoz del Gobierno de Rusia, Dmitri Peskov.

 

En el mismo sentido, el Ministerio ruso de Exteriores ha emitido un comunicado, también hoy viernes, en el que insiste en que el suministro de equipamiento militar ruso a Myanmar no sirve más objetivo que mejorar la capacidad defensiva birmana, según informa la agencia de noticias británica Reuters.

En todo caso, la organización pro derechos humanos Human Rights Watch (HRW) ha denunciado graves crímenes cometidos por el Ejército birmano contra los rohingyas, incluidos asesinatos y violaciones y matanzas, que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Zeid Raad al-Husein, califica de “genocidio”.

Bangladés y Myanmar acordaron el pasado 23 de noviembre un plan de repatriación que se comprometieron a poner en práctica en un plazo de dos meses. No obstante, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) instó el martes a reconsiderar el envío de refugiados rohingyas a Myanmar por temor a repatriaciones forzosas de esa minoría religiosa.

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