El analista internacional Isaac Bigio, en una entrevista sostenida el domingo con la cadena HispanTV, ha asegurado que el aumento de las tensiones entre Turquía y Estados Unidos está distanciando cada vez más a estos dos aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y empujando a Ankara hacia países como Irán, Rusia, China y los de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
Turquía podría formar un eje con Rusia, China e Irán, vaticina Bigio, argumentado que a esta decisión llegarían las autoridades turcas, considerando la sería crisis económica que vive el país —en los últimos doce meses su moneda nacional, la lira, ha perdido más del 50 % de su valor— y al ver que Estados Unidos, principal causante de la situación actual de Turquía, no está dispuesto a reducir las presiones contra Ankara a corto plazo.
Del mismo modo, el experto señala a que las tensiones entre Ankara y Washington no han comenzado recientemente sino tiene sus raíces en el fallido golpe de Estado que tuvo lugar en Turquía en 2016. En concreto, dice que Turquía aún está enojada porque EE.UU. no condenó ese golpe.
Otro factor del distanciamiento de estos dos países radica en que Estados Unidos sigue hospedando en su territorio a quienes Turquía considera los autores intelectuales del golpe de Estado de 2016 y se niega a extraditar al líder opositor Fethulá Gülen a pesar de las repetidas peticiones de las autoridades turcas.
El aumento de la hostilidad entre EE.UU. y Turquía, añade Bigio, tiene que ver con el creciente apoyo de Washington a los combatientes kurdos en Siria, a los que Ankara considera vinculados al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo) —considerado terrorista por el Gobierno de Ankara—.
Las tensiones entre ambos países han escalado por la decisión del Departamento del Tesoro de EE.UU. de imponer sanciones a los ministros turcos de Justicia, Abdulhamit Gul, y del Interior, Suleyman Soylu, por la negativa de Ankara de liberar al pastor estadounidense Andrew Brunson, quien se encuentra detenido por acusación de terrorismo y espionaje.
En respuesta a las sanciones del Tesoro norteamericano, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ordenó el sábado congelar los bienes que tengan en Turquía los secretarios estadounidenses de Justicia e Interior, y advirtió de que una disputa política y judicial en una económica perjudicará a ambas partes. Ankara no quiere “participar en un juego perdedor”, adujo el mandatario.
Fuente: HispanTV Noticias
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