Los milicianos extranjeros afines a Hayat Tahrir al-Sham (HTS) han sido trasladados en los últimos días desde la zona de Harem, en la provincia de Idlib, a la ciudad de al-Qusayr, cerca de la frontera sirio-libanesa, ha revelado este jueves la revista The Cradle, citando algunas fuentes bajo condición de anonimato.
Según los informes, el movimiento ha coincidido con el traslado de equipo militar pesado, incluidos vehículos blindados.
“Al mismo tiempo, fuerzas afiliadas al ministerio de Defensa del gobierno de transición sirio intentaron avanzar y tomar posiciones dentro del territorio libanés, específicamente en la zona de Wadi al-Thalajat de Ras al-Maara, a lo largo de la frontera sirio-libanesa en la campiña de Damasco”, han avisado las fuentes, refiriéndose a las zonas áridas donde el Ejército libanés no está presente.
Estos informes surgen después de que Washington anunciara la participación de Siria en la coalición de ocupación estadounidense en el país árabe, cuando Abu Muhamad al-Golani como líder terrorista de Siria, anteriormente afiliado a Al-Qaeda y Daesh— llegó a Washington el domingo.
Entre los milicianos de HTS también hay elementos extremistas. Muchos de sus actuales comandantes y oficiales son conocidos exmiembros de Al-Qaeda y Daesh.
El pasado mes, el canal libanés Al Mayadeen anunció los movimientos “inusuales” de miles de hombres armados, incluidos uzbekos, chechenos y uigures de China, a lo largo de la frontera sirio-libanesa.
El presunto aumento de fuerzas vinculadas a HTS cerca de Líbano coincide con las renovadas amenazas de Estados Unidos de que dichos milicianos podrían desplegarse contra el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá).
El viernes, el enviado especial de EE.UU. para Líbano y Siria, Thomas Barrack, afirmó que gobierno de facto sirio “ayudará activamente” a Washington y al régimen de Tel Aviv a enfrentarse a Hezbolá en Líbano.
Los comentarios de Barrack son los últimos de una serie de amenazas recientes del enviado estadounidense contra el Líbano. El mes pasado, declaró que Líbano pronto sufriría un ataque israelí a gran escala, a menos que procediera al desarme de Hezbolá de inmediato.
A principios de este año, estallaron choques entre el Ejército libanés y milicianos de HTS, después de que las fuerzas de Al-Golani avanzaran hacia la frontera, con el pretexto de combatir el contrabando.
Los analistas advierten que la alineación de la política estadounidense con facciones sirias de tendencia extremista como HTS reavivará la violencia transfronteriza y socavará la seguridad lograda por Hezbolá y las Fuerzas Armadas libanesas tras expulsar a elementos de Daesh y Al-Qaeda de la frontera oriental del Líbano en 2017.
El pasado diciembre de 2024, HTS tomó el control de Siria y tras esto ha cometido crímenes de guerra generalizados y una represión brutal, en particular contra comunidades minoritarias como los alauitas, que han sufrido violencia selectiva, ya que Siria ha experimentado oleadas de disturbios sectarios y regionales bajo el control del grupo.
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