Publicada: jueves, 13 de noviembre de 2025 7:46

El dron Shahed-161 de Irán representa un avance clave en la defensa autóctona, destacando la autosuficiencia tecnológica y el desarrollo de drones avanzados.

Por: Ivan Kesic

En una demostración de autosuficiencia tecnológica, especialistas de la Fuerza Aeroespacial del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) probaron con éxito el motor del vehículo aéreo no tripulado Shahed-161 durante una exposición pública en el Parque Aeroespacial Nacional el martes.

Este evento mostró uno de los desarrollos más significativos de drones autóctonos de Irán, una plataforma sofisticada diseñada para una combinación de misiones de reconocimiento, vigilancia y combate.

La prueba en vivo del motor proporcionó una visión tangible de un sistema que encarna años de investigación e ingeniería inversa dedicados, destacando el compromiso estratégico de Irán con la construcción de una base industrial de defensa autónoma, que en los últimos años se ha convertido en la mejor del mundo.

Con especificaciones que incluyen un alcance operativo de 150 kilómetros, un techo de servicio de 7600 metros y la capacidad de transportar dos bombas de 50 kilogramos, el Shahed-161 representa un activo clave en el arsenal de drones de Irán, que es múltiple y versátil.

Su repetida exhibición en exposiciones nacionales desde 2020 subraya su madurez operativa y el orgullo que Irán pone en una capacidad autóctona desarrollada frente a las sanciones internacionales.

Dron Shahed-161 en 2021

Características técnicas y filosofía de diseño

El Shahed-161 es un vehículo aéreo no tripulado de combate compacto (UCAV), propulsado por un jet, que presenta un diseño de ala voladora de baja observabilidad.

Su estructura es una lección magistral en aerodinámica eficiente y una firma radar reducida, con un fuselaje integrado y superficies suaves y facetadas que minimizan los ángulos rectos para desviar las ondas de radar.

Según infografías detalladas publicadas por los medios locales, el dron tiene una envergadura de 6,13 metros y una longitud de solo 1,9 metros, lo que lo convierte en el más pequeño dentro de una familia de drones que han sido obtenidos mediante ingeniería inversa del RQ-170 Sentinel, escalado aproximadamente al 40 % del tamaño original.

Esta plataforma táctica está propulsada por un motor microjet, una elección de propulsión que ofrece una ventaja de rendimiento significativa frente a drones más lentos con motores a pistón.

El Shahed-161 tiene una velocidad máxima de 275 kilómetros por hora y puede operar a altitudes de hasta 7600 metros (25 000 pies), lo que le permite evadir muchos sistemas de defensa aérea de corto alcance.

Con un peso máximo de despegue de 170 kilogramos, es un sistema ligero pero potente. Su autonomía declarada es de 3 horas, con un alcance operativo de 500 kilómetros, lo que lo hace ideal para misiones tácticas en territorio enemigo.

El dron se lanza mediante un sistema de catapulta montado en vehículo, lo que permite un despliegue rápido sin necesidad de una pista de aterrizaje, y puede llevar una carga útil de hasta 50 kilogramos.

Esta capacidad de carga se asigna típicamente a dos bombas inteligentes Sadid o a avanzados sensores ópticos e infrarrojos para misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento, lo que demuestra su capacidad de doble función.

 Motor del dron Shahed-161

Historia del desarrollo e ingeniería

El origen del Shahed-161 está intrínsecamente vinculado a un golpe de inteligencia crucial en diciembre de 2011, cuando la CGRI capturó con éxito un dron estadounidense RQ-170 Sentinel intacto después de que entrara ilegalmente en el espacio aéreo iraní.

Este episodio brindó a los ingenieros iraníes un acceso sin precedentes a una de las plataformas más secretas en el arsenal de Estados Unidos.

En lugar de simplemente copiar el vehículo capturado, la Fuerza Aeroespacial del CGRI emprendió un programa sistemático y meticuloso de ingeniería inversa, demostrando una visión estratégica profunda.

El proceso de desarrollo fue metódico y basado en el conocimiento. Comenzó con la construcción de un modelo a escala del 15 % para la investigación y el desarrollo iniciales, con el objetivo de comprender los principios fundamentales del diseño de ala voladora y su complejo cableado.

Para 2014, este trabajo fundamental culminó en la creación de los prototipos a escala del 40 %: el Shahed-161 y su variante de motor a pistón, el Shahed-141.

La principal diferencia entre estos dos modelos radicaba en su propulsión; la adopción del motor microjet en el Shahed-161 marcó un paso significativo en complejidad tecnológica y rendimiento.

Estos modelos iniciales se utilizaron para dominar la dinámica de vuelo y la configuración de la aeronave, sirviendo como plataformas de prueba que finalmente conducirían a sistemas operacionales para misiones de vigilancia y operaciones de combate ligeras.

Este proceso de desarrollo iterativo subraya un enfoque sofisticado hacia la ingeniería aeroespacial, donde el conocimiento se construyó y aplicó de manera sistemática, transformando un activo capturado en una base para una familia autóctona de sistemas no tripulados.

 Shahed-161 con sensores electroópticos montados a la izquierda.

La familia Shahed: Un espectro de capacidades autóctonas

El Shahed-161 es solo uno de los miembros de una familia cohesiva y escalable de sistemas no tripulados desarrollados por Irán, cada uno diseñado para cumplir con un nicho específico dentro de la estrategia de defensa del país.

Como el hermano de motor a pistón del Shahed-161, el Shahed-141 comparte la misma estructura a escala del 40 %. Su uso de un motor a pistón más barato y de menor mantenimiento lo convierte en una solución rentable para el entrenamiento y misiones de reconocimiento menos exigentes, estableciendo una nueva generación de drones eficientes dentro del CGRI.

Representando el 60% de la escala del RQ-170, los Shahed-191 y Shahed-181 marcaron el siguiente paso evolutivo. El Shahed-191 es un UCAV propulsado por jet con capacidades mejoradas, incluyendo un alcance de 1500 kilómetros, 4.5 horas de autonomía y un peso máximo de despegue de 500 kilogramos.

Lo más importante es que cuenta con un compartimiento interno para armas, capaz de transportar 100 kilogramos de municiones, una característica de diseño que preserva sus características de baja observabilidad al evitar la carga externa de la carga útil.

El Shahed-181 es su contraparte de motor a pistón. El debut en combate del Shahed-191 en un ataque coordinado de enjambre contra objetivos de Daesh en Siria en octubre de 2016 fue un momento histórico, registrando a Irán como pionero en el uso operativo de tácticas de enjambre de drones.

La joya de la corona de la familia, el Shahed-171 (Simorq), es una réplica a escala real del RQ-170. Este dron de nivel estratégico es un logro monumental en ingeniería, con un motor a turbofan, un alcance de 4400 kilómetros y una autonomía de 10 horas a altitudes de hasta 15 000 metros.

Con un peso máximo de despegue de 3,700 kilogramos y una capacidad de carga útil de 225 kilogramos, el Simorq es el dron de reconocimiento más avanzado de Irán, capaz de realizar misiones de penetración profunda en territorio enemigo.

Su diseño, que carece de superficies con ángulos rectos y utiliza materiales absorbentes de radar, lo coloca firmemente en la categoría de plataformas sigilosas y de baja observabilidad.

Vuelo de prueba del dron Shahed-161

Despliegue operativo y significancia estratégica

El Shahed-161 no es solo un demostrador de tecnología; es un sistema probado en combate integrado en el orden de batalla del CGRI.

Sus apariciones públicas han sido consistentes y generalizadas, con exhibiciones en Teherán, Isfahán, Qom y la isla de Kish entre 2020 y 2023.

Lo más importante es que ha sido utilizado en contextos operacionales, incluidas operaciones de combate contra grupos terroristas en Siria, donde proporcionó capacidades vitales de reconocimiento y ataque.

La significancia estratégica del Shahed-161 y sus plataformas hermanas no puede ser subestimada. Representan una piedra angular de la doctrina de Irán de guerra asimétrica y autosuficiencia estratégica.

Frente a las sanciones internacionales y los embargos de armas, Irán no solo ha mantenido sus capacidades de defensa, sino que las ha avanzado, construyendo un sector aeroespacial sofisticado desde cero.

La familia Shahed proporciona al CGRI una estrategia UAV en capas, desde el táctico Shahed-161 hasta el estratégico Shahed-171, asegurando capacidades persistentes de ISR y ataques de precisión en todos los niveles.

Este logro es un símbolo de la resiliencia nacional, demostrando que la República Islámica, confiando en sus propios ingenieros y científicos, puede superar las presiones externas y lograr la soberanía tecnológica en uno de los campos más complejos y exigentes de la guerra moderna.


Texto recogido de un artículo publicado en Press TV.