El informador, citado este miércoles por la agencia local de noticias SANA, señala que EE.UU. y sus socios occidentales, cuya historia está plagada de mentiras e inventos, “carecen de credibilidad y de criterio legal para nombrarse a sí mismos jueces”, siendo por el contrario ellos quienes deben ser acusados y rendir cuentas por sus crímenes y mentiras.
La “hostilidad” occidental, no obstante, no sorprende en absoluto a Damasco, pues, denuncia el funcionario anónimo, esos países siempre recurren a fabricar acusaciones contra Damasco antes de cualquier iniciativa política que busque sacar a Siria de la crisis en que se encuentra desde 2011.
En este caso, el informador de SANA se refería al Congreso Nacional de Diálogo Sirio, que se celebrará entre los días 29 y 30 de este mes de enero en la ciudad rusa de Sochi.
Mientras Estados Unidos y sus aliados tratan de obstruir la investigación sobre el uso de armas químicas en Siria, dándole “un aspecto politizado”, Damasco ha cooperado siempre, suministrando todo lo necesario para una investigación “imparcial” y “profesional”, matiza la fuente.
(EE.UU. y sus socios occidentales, cuya historia está plagada de mentiras e inventos), carecen de credibilidad y de criterio legal para nombrarse a sí mismos jueces”, dice una fuente del Ministerio sirio de Asuntos Exteriores, citada anónimamente por la agencia local SANA.
Washington y sus aliados presionan a las organizaciones internacionales para seguir su plan, para el cual no sirven los resultados de una pesquisa “objetiva”, que revelaría su propio papel en el envío de armas químicas a los grupos terroristas que operan en el país árabe, sostiene el funcionario.
Rusia, aliado estratégico de Damasco, ha denunciado por su parte en reiteradas ocasiones los “profundamente decepcionantes” resultados de la investigación sobre el supuesto ataque químico de abril de 2017 en la localidad siria de Jan Sheijun (Idlib), que bloqueó en noviembre pasado en una sesión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU).
Varios países occidentales, incluido EE.UU., buscan acusar a Damasco del uso de armas químicas contra su propio pueblo, aunque el Gobierno sirio entregó su arsenal químico a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) en 2014 y, en enero de 2016, este organismo anunció su total destrucción.
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