“Si la reportera de [la cadena de noticias] Press TV no es liberada de inmediato, el fin de este juego ya no será determinado por Estados Unidos”, ha tuiteado este jueves el director general de Asuntos Internacionales del Parlamento iraní, Hosein Amir Abdolahian.
La Policía estadounidense arrestó el domingo a Marzie Hashemi en el Aeropuerto Internacional de Saint Louis-Lambert, en la ciudad de San Luis (estado de Misuri), sin ofrecer cargos formales contra ella que había viajado al país norteamericano para visitar a su hermano enfermo y otros parientes.
El Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI, por sus siglas en inglés) trasladó a la presentadora a un centro de detención en Washington, la capital estadounidense.
“Si la reportera de [la cadena de noticias] Press TV no es liberada de inmediato, el fin de este jugo ya no será determinado por Estados Unidos”, ha tuiteado el director general de Asuntos Internacionales del Parlamento iraní, Hosein Amir Abdolahian.
Los agentes estadounidenses le retiraron el velo (hiyab) por la fuerza y en contra de su voluntad y le negaron el acceso a alimentos “halal” (que siguen el rito islámico) solicitado por ella, ante la negativa solo ha pedido galletas y pan.
Desde su detención hasta la noche del martes, cuando la hija de Hashemi pudo hablar con ella, los funcionarios que la tienen bajo custodia no le permitían comunicarse con su familia. Los vástagos de la presentadora han sido citados a declarar ante un gran jurado.
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