Naqqa Hamed, la corresponsal de la cadena iraní de lengua inglesa, cubría en directo una nueva incursión violenta israelí en el campo de refugiados de Qalandia, al norte de Al-Quds (Cisjordania), cuando recibió el disparo este martes.
Según fuentes médicas, Hamed se encuentra en buen estado general, pese a la lesión sufrida.
Press TV correspondent Naqaa Hamed was shot in the foot with an Israeli rubber bullet while reporting on IOF raids in the Qalandiya area.
— Press TV 🔻 (@PressTV) December 23, 2025
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Las fuerzas de ocupación han tomado el control de todos los barrios del campo y han arrestado a algunos jóvenes. Las excavadoras que acompañaban a los soldados sionistas también han demolido instalaciones comerciales en las inmediaciones del campo de Qalandia.
La Media Luna Roja Palestina ha informado que sus equipos atendieron esta misma jornada a tres heridos por balas reales, otros tres heridos por balas metálicas recubiertas de goma, uno por agresión y 17 heridos por inhalación de gases tóxicos lanzados por tropas israelíes en dicha localidad.
Horas antes, las fuerzas del ejército de ocupación también atacaron a varios otros personales de medios con gases lacrimógenos y granadas aturdidoras durante la cobertura de las incursiones en la zona.
¿Qué se cuece ahí?
La incursión terrestre y la violenta redada del ejército israelí se producen en un contexto marcado por el impulso de un importante proyecto de asentamiento ilegal en la zona de Qalandia, ampliamente considerado un intento de separar por completo el norte de Al-Quds de Ramalá y del resto del territorio palestino.
Israel ha impulsado además otros proyectos expansionistas para aislar Al-Quds, con el objetivo de dividir geográficamente la ciudad de la Cisjordania ocupada e impedir la formación de un Estado palestino con Al-Quds como capital. Un ejemplo más reciente es el controvertido plan anunciado por el extremista ministro de finanzas israelí, Bezalel Smotrich, que incluye la construcción de 3600 viviendas en el asentamiento de “Meshmar Yehuda”, al este de Jeusalén.
El movimiento de Resistencia palestino HAMAS denunció que el proyecto se enmarca en una política sistemática de Israel destinada a judaizar Al-Quds, aislarla de su entorno palestino y alterar su carácter e identidad palestinos.
La gran mayoría de la comunidad internacional considera ilegales los asentamientos israelíes en los territorios ocupados por Israel durante la guerra de 1967, incluidos la Franja de Gaza y la Cisjordania, con Al-Quds. Además, varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU han instado a Israel a cesar toda actividad de levantar asentamientos ilegales.
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