La oficina del ministro israelí de finanzas, Bezalel Smotrich, ha informado este domingo en un comunicado que el gabinete de seguridad ha aprobado, junto al ministro de asuntos militares, Israel Katz, una propuesta para legalizar y regular 19 nuevos asentamientos, elevando a 69 el total de asentamientos aprobados en los últimos tres años.
Varios de los asentamientos aprobados se encuentran en zonas que Israel considera estratégicamente importantes; algunos son de reciente creación, mientras que otros ya existían, como Ganim y Kadim, evacuados en 2005, y ahora han recibido un estatus oficial, pese al rechazo de las Naciones Unidas y de la comunidad internacional.
En este caso, Smotrich ha afirmado que la medida busca impedir el establecimiento de un “Estado palestino”. Esto ocurre días después de que la ONU denunciara, en un informe, que la expansión de los asentamientos israelíes en Cisjordania había alcanzado su nivel más alto desde al menos 2017.
“Condeno la continua expansión de los asentamientos israelíes en la Cisjordania ocupada, incluida Jerusalén Oriental, que continúa alimentando las tensiones, impide a los palestinos acceder a sus tierras y amenaza la viabilidad de un Estado palestino independiente, democrático, contiguo y plenamente soberano”, declaró el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, en el referido documento.
Según cifras de la ONU, actualmente más de 750 000 colonos israelíes viven entre aproximadamente tres millones de palestinos en la Cisjordania ocupada y el este de Jerusalén.
El Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) ha sido una de las primeras voces palestinas en condenar el plan ilegal anunciado por Smotrich en las semanas pasadas, por considerarlo como una “peligrosa escalada en el proyecto de anexión y judaización” de Cisjordania.
“Esta medida confirma el intento desesperado del gabinete [israelí] de consolidar una realidad de asentamientos que conduzca al control total de Cisjordania”, señaló HAMAS en un comunicado emitido en 12 de diciembre.
La gran mayoría de la comunidad internacional considera ilegales los asentamientos israelíes, establecidos en territorios que Israel ocupó durante la guerra de los Seis Días en 1967. Además, varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU han instado a Israel a cesar toda actividad de asentamientos.
El régimen israelí, por su parte, ha rechazado los llamados internacionales, avanzando con sus planes expansionistas y ampliar asentamientos ilegales en la Cisjordania ocupada, medidas, que tumbarían la creación de un Estado palestino, según la ONU y muchos países.
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