De acuerdo con un comunicado emitido este martes por la Sociedad de Prisioneros Palestinos (PPS, por sus siglas en inglés), el régimen israelí emitió 1829 órdenes de “detención administrativa”, es decir, sin cargos ni juicio, durante este año contra los ciudadanos palestinos, mientras la ciudad de Al-Quds (Jerusalén) registró el mayor número de arrestos, con alrededor de 2700 casos.
En esta línea, ha explicado que “el año 2022 fue testigo de abusos más graves contra los presos y sus familias en comparación con los últimos años, particularmente debido a las ejecuciones extrajudiciales y el aumento del número de quienes fueron detenidos inmediatamente después de recibir disparos o después de un período de tiempo”.
De acuerdo con el informe, el creciente número de detenidos heridos en las cárceles israelíes ha tenido como resultado un gran número de enfermedades graves que requieren un seguimiento médico intensivo.
El número más alto de detenciones administrativas se registró en agosto con 272 casos y la cifra total llegó a más de 820 al final de octubre, ha afirmado el documento.
El 13 de septiembre, la Comisión de Asuntos de Prisioneros (PAC, por sus siglas en inglés) anunció que, en los últimos 29 años (desde 1993), Israel ha detenido a más de 135 000 palestinos de todos los segmentos de la sociedad palestina, incluidos 20 000 niños y 2500 mujeres.
También indicó que, según testimonios obtenidos, todos los presos han sido objeto de una o más formas de tortura física o psicológica y trato cruel en las cárceles israelíes, sin que se les provea la atención médica necesaria.
A pesar de que varias organizaciones pro derechos humanos han denunciado los abusos en las prisiones israelíes, en especial en el caso de los menores de edad, no se ha producido ningún cambio en la política del régimen sionista y los encarcelados siguen siendo víctimas de torturas.
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