Los medios israelíes publicaron el domingo varias fotos de los graves daños causados por las fuertes lluvias en la costa y en el desierto del Néguev en la base aérea israelí Hatzor, los cuales costarán decenas de millones de dólares a la fuerza aérea del régimen de ocupación de Tel Aviv.
Como consecuencia, ocho aviones de guerra F-16 israelíes quedaron dañados, cinco de ellos con perjuicios menores y otros tres con daños más significativos.
“La base estaba seca, pero en media hora todo se inundó. La fuerza del agua derribó en pocos minutos varias paredes de los hangares y en otros edificios próximos”, reportó el canal 12 de la televisión israelí.
#Israel for the second time in a week has opened rainwater dams east of the Gaza Strip permitting water to flood #Palestine farmland.
— Mete Sohtaoğlu (@metesohtaoglu) January 13, 2020
Airplane hangars at an undisclosed southern Israeli Air Force base were also flooded.
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Un responsable de alto rango de la fuerza aérea israelí admitió que fue un error no haber sacado del hangar los aviones e informó del inicio de una investigación interna sobre lo ocurrido.
El ejército del régimen israelí trató por varios días de censurar la noticia después de la inundación del 9 de enero, sin embargo, reconoció la noche del domingo los daños, pues varias fotos suyas habían sido infiltradas en las redes sociales.
Esta misma semana, la fuerza aérea israelí registró otro incidente; de hecho, su helicóptero Saraf AH-64D Apache Longbow chocó con una bandada de pájaros, por lo que la aeronave, que resultó dañada, tuvo que realizar un aterrizaje forzoso.
En mayo pasado, el ejército de Israel había sufrido dos millones de dólares de pérdidas por una colisión entre un ave y uno de sus cazas F-35, que plantó el avión en tierra.
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