Israel informó el domingo que tres aviones de combate F-35 habían aterrizado en la base aérea de Nevatim, en el desierto de Néguev, en el sur de los territorios ocupados palestinos, provenientes de Estados Unidos, para unirse a las filas del ejército, lo que eleva a 27 el número de aeronaves de este tipo operadas por dicho régimen.
Para 2024, se prevé que entregarán 23 aviones estadounidense F-35 al régimen de Israel para completar las 50 unidades en su haber.
En pasado febrero, el régimen de Tel Aviv aprobó un contrato de armas con Estados Unidos para la adquisición de aviones de combate F-35 y F-16, helicópteros de transporte de tropas, miles de bombas y municiones, y cuatro petroleros de reabastecimiento de combustible aéreo de aviones cisterna Boeing KC-46. Todo por un valor estimado de nueve mil millones de dólares.
Previamente, Betty McCollum, miembro de la Cámara de Representantes de EE.UU., había declarado que presentaría un proyecto de ley que restringiese el uso de fondos estadounidenses por el régimen de Tel Aviv para violar los derechos de los palestinos.
“No quiero que un dólar de la ayuda estadounidense a Israel se utilice para la detención militar y el abuso de niños palestinos, la demolición de hogares palestinos o la anexión de tierras palestinas”, expresó McCollum.
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