• Manifestación de solidaridad con Palestina en Madrid, en julio de 2014.
Publicada: viernes, 11 de septiembre de 2015 1:29

Más de 150 colectivos de 19 países europeos han manifestado su oposición a una “peligrosa” alianza comercial entre la Unión Europea (UE) y EE.UU. que podría restringir su libertad de boicotear a Israel.

“Nos oponemos a las peligrosas negociaciones del TTIP y a los intentos de ciertos políticos de EE.UU. por usar el proceso del TTIP para restringir la libertad de expresión y de campaña política en solidaridad con la lucha del pueblo palestino por la libertad, la justicia y la igualdad”, reza el manifiesto difundido esta semana y citado este jueves por la página Web Electronicintifada.

Nos oponemos a las peligrosas negociaciones del TTIP y a los intentos de ciertos políticos de EE.UU. por usar el proceso del TTIP para restringir la libertad de expresión y de campaña política en solidaridad con la lucha del pueblo palestino por la libertad, la justicia y la igualdad, declaran 150 colectivos propalestinos.

En junio, el Congreso estadounidense aprobó un texto de ley que impone a Washington priorizar la “disuasión” del boicot antisraelí en las negociaciones secretas con Bruselas del Acuerdo Transatlántico de Comercio e Inversión, conocido como TTIP por sus iniciales inglesas.

Los militantes antisionistas advierten además que el acuerdo supondría “una transferencia de poder sin precedentes a los intereses empresariales, y representa un serio ataque a la democracia, los estándares sociales, los derechos de los trabajadores y las regulaciones medioambientales”.

Denuncian también el extremo secretismo con el que Washington y Bruselas negocian el acuerdo y el mecanismo de Resolución de Disputas Inversor-Estado (ISDS, en inglés), que “permitiría que las compañías multinacionales se querellasen contra los Gobiernos en un sistema judicial paralelo al que sólo ellas tendrían acceso”, según el manifiesto.

El mecanismo de Resolución de Disputas Inversor-Estado (ISDS, en inglés) permitiría que las compañías multinacionales se querellasen contra los Gobiernos en un sistema judicial paralelo al que sólo ellas tendrían acceso, denuncian los activistas.

Los activistas se muestran particularmente inquietos por el Acta Bipartita Congresual de Prioridades de Comercio, en la medida en que requiere “disuadir acciones de motivación política para boicotear, desinvertir o sancionar a Israel”.

Rueda de prensa en Bruselas sobre la negociación del Acuerdo Transatlántico de Comercio e Inversión (TTIP, en sus siglas inglesas) con el portavoz de la Comisión Europea para Agricultura y Desarrollo Roral, Daniel Rosario (izda.); el negociador jefe de la Unión Europea (UE), Ignacio García Bercero (centro; y el negociador jefe de estados Unidos, Daniel Mullaney, 17 de julio de 2015.

 

Señalan los colectivos que, a efectos de esa ley estadounidense, no sólo deben protegerse los negocios del régimen de Tel Aviv en los territorios palestinos ocupados desde 1948, sino también la región palestina de Cisjordania, ocupada en 1967, designada como “territorios de control israelí”.

Y esto, pese a que la Unión Europea y la Organización de Naciones Unidas reconocen la ilegalidad de los asentamientos israelíes en Cisjordania, “de acuerdo con la ley internacional”.

Las organizaciones propalestinas consideran que la aprobación de esta ley estadounidense refleja el “éxito creciente de las campañas de solidaridad con Palestina por toda Europa y los EE.UU. El movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) contra la ocupación israelí de Palestina ha crecido notablemente en ámbitos universitarios de Estados Unidos y de Europa tras la campaña militar del régimen de Tel Aviv contra Gaza en julio y agosto de 2014.

La alarma en círculos sionistas por la extensión de la actividad antisraelí ha llevado a sus principales lobbies a emprender costosas campañas para tratar de prohibir el boicot. En julio, el estado norteamericano de Illinois, en el centro este de ese país, aprobó una ley para retirar fondos públicos de empresas que rehúsen comerciar con Israel.

Esta misma semana, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha asegurado al premier del régimen de Tel Aviv, Benyamin Netanyahu, que “ningún país en Europa quiere un boicot a Israel”.

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